Washington, 24 ene (EFE).- La secretaria del Tesoro estadounidense, Janet Yellen, anunció este martes la suspensión de más inversiones en un fondo de ahorro para empleados federales y urgió al Congreso estadounidense a elevar el techo de deuda.
“Insto respetuosamente al Congreso a que actúe con prontitud para proteger la plena fe y el crédito de los Estados Unidos”, apuntó en un una carta que fue enviada al Congreso.
Así, a partir del 23 de enero y tras haber alcanzado el pasado día 19 el límite de deuda legal, el Departamento del Tesoro dejará de invertir en el Fondo de Inversión en Valores Gubernamentales (Fondo G) del Fondo de Ahorro Thrift, parte del sistema de jubilación de empleados federales.
“El estatuto que rige las inversiones del Fondo G autoriza expresamente al Secretario del Tesoro a suspender la inversión para evitar el incumplimiento del límite de endeudamiento”, recuerda Yellen sobre esta medida extraordinaria.
Según marca la ley, el Fondo G se completará una vez que se aumente o se suspenda el límite de deuda por lo que los jubilados y empleados federales no se verán afectados por esta acción, añadió.
El Gobierno de Estados Unidos alcanzó el pasado jueves su límite de deuda legal, lo que llevó al Departamento del Tesoro a recurrir a “medidas extraordinarias” para pagar las cuentas, suspendiendo algunos pagos a los fondos de jubilación de empleados federales y al seguro social de empleados postales.
El uso de estas herramientas financieras especiales, recordó Yellen, puede extenderse hasta el próximo 5 de junio.
El límite de deuda es la cantidad total de dinero que el Gobierno de los Estados Unidos está autorizado a pedir prestado para cumplir con sus obligaciones legales existentes y poder pagar los beneficios del Seguro Social y Medicare, los salarios militares, los intereses sobre la deuda nacional, los reembolsos de impuestos y otros pagos.
Cada cierto tiempo, Estados Unidos se asoma al impago de la deuda nacional porque, a diferencia de otros países, el Gobierno estadounidense solo puede emitir deuda hasta el límite establecido por el Congreso, que tiene el poder de elevar ese techo según crea conveniente.