Washington (EE.UU.), 17 ene (EFE).- El presidente de EE.UU., Joe Biden, recibió este martes en la Casa Blanca a los Golden State Warriors de Stephen Curry, vigentes campeones de la NBA y de los que elogió su “corazón y garra” en la pista además de su compromiso social.
“Miren lo que hace este equipo: hablar alto contra el racismo; levantarse por la igualdad; animar a la gente a votar; empoderar a niños y sus familias a comer sano, aprender y jugar en lugares seguros; manifestarse en contra de la violencia por armas de fuego”, enumeró Biden.
En este sentido, el presidente dijo que los Warriors son un ejemplo de lo que EE.UU. puede alcanzar si se juntan esfuerzos en todos los frentes.
“Todo es posible si lo hacemos juntos”, afirmó.
Con Steve Kerr como entrenador y Stephen Curry como líder en la cancha, los Warriors derrotaron a los Boston Celtics por 4-2 en las últimas Finales de la NBA y extendieron su dinastía con cuatro anillos en los últimos ocho años.
Los Warriors acudieron a la Casa Blanca tras el primero de estos cuatro campeonatos (2015), cuando Barack Obama era presidente, pero no visitaron Washington en los dos siguientes (2017 y 2018) por sus diferencias con Donald Trump.
“Los Golden State Warriors son siempre bienvenidos en esta Casa Blanca”, apuntó Biden.
El mandatario describió al equipo de la Bahía de San Francisco como “una de las franquicias más exitosas del baloncesto y de todos los deportes” y destacó especialmente su último campeonato, llegado después de múltiples lesiones y de que muchos les dieran por finiquitados tras quedarse fuera de los ‘playoff’ en 2021.
“Amigos, sé cómo se siente. Yo también he estado ahí…”, ironizó.
Biden se rindió al talento de la plantilla de los Warriors, aplaudió “la valentía y la humildad” de Kerr desde el banquillo y mostró su admiración por Curry “no solo como jugador sino como persona”.
“Lo juro por Dios: eres increíble”, dijo sobre el base.
HARRIS, ORGULLOSA DE GOLDEN STATE
Al evento también asistió la vicepresidenta estadounidense, Kamala Harris, quien resaltó que es una “hija orgullosa” de Oakland, ciudad en la que los Warriors jugaron durante casi medio siglo antes de mudarse a San Francisco.
“Esta camiseta es un símbolo de coraje, determinación y trabajo en equipo. Mi orgullo por los Warriors hoy no es solo porque ganan sino porque estos jugadores, sus entrenadores y la organización completa defienden consistentemente los principios de equidad, igualdad y justicia, algo que hacen con gran integridad y excelencia”, afirmó.
Por su parte, Curry dijo que “significa muchísimo” para su equipo estar en la Casa Blanca para celebrar su último anillo y le regaló a Biden una camiseta de los Warriors con la sugerencia de que quizá podría colgarla en el Despacho Oval.
“Ojalá podamos volver otro año para comprobar si la camiseta está ahí”, bromeó.
En una intervención previa en la rueda de prensa diaria de la Casa Blanca, Curry dio las gracias a Biden por haber traído de vuelta a la estrella de la WNBA Brittney Griner, quien estuvo casi un año encarcelada en Rusia tras condenada por llevar cartuchos con aceite de hachís para vapear cuando iba a tomar un avión.
Estos memorables Warriors, en los que también destacan Klay Thompson y Draymond Green, no están brillando en la temporada 2022-2023 ya que ocupan la séptima posición en la Conferencia Oeste (22-22) a gran distancia de los colíderes, los Denver Nuggets y los Memphis Grizzlies (ambos con 30-13).
Antes del evento con Biden, Kerr participó este martes en una mesa redonda con altos funcionarios de la Casa Blanca sobre la violencia de armas de fuego, un tema particularmente sensible para el técnico ya que su padre fue asesinado por dos pistoleros en 1984 en Beirut.