Naciones Unidas, 2 nov (EFE).- La Asamblea General de la ONU inició este miércoles su debate anual sobre el embargo estadounidense a Cuba, que culminará mañana con la aprobación de una nueva resolución para condenar esa política y exigir su fin.
El texto, que La Habana presenta a la Asamblea desde 1992, siempre sale adelante con mayorías abrumadoras y sin apenas votos en contra, más allá de Estados Unidos y alguno de sus aliados más fieles.
Washington, de hecho, llegó a abstenerse en la votación de 2016, en pleno proceso de acercamiento con Cuba por parte de la Administración de Barack Obama, permitiendo que la resolución saliese adelante sin oposición, aunque volvió a su tradicional rechazo de la mano de Donald Trump.
El año pasado, en su primera oportunidad para pronunciarse -en 2020 no hubo voto por la pandemia- el Gobierno de Joe Biden mantuvo el “no”.
Hoy, en el inicio del debate, países y grupos regionales expresaron una vez más su rechazo al embargo estadounidense y denunciaron los efectos que tiene para los cubanos.
Argentina, en nombre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (CELAC), lamentó que bloqueo siga siendo una realidad pese a los pasos que entre 2015 y 2016 se dieron para iniciar un proceso de normalización diplomática entre EE.UU. y Cuba.
“Es innegable su permanencia como principal obstáculo al normal desarrollo de Cuba”, señaló la embajadora argentina, María del Carmen Squeff, que expresó también el rechazo del grupo a los “efectos extraterritoriales” de las medidas estadounidenses y a la “injusta inclusión de Cuba” en su lista de Estados patrocinadores del terrorismo.
En representación del Sistema de Integración Centroamericana, la República Dominicana trasladó su plena solidaridad a Cuba y destacó, entre otras cosas, el apoyo que La Habana dio a otros países durante la crisis sanitaria de la covid-19.
“En un contexto internacional complejo, Cuba continúa siendo objeto de un injustificado bloqueo económico, comercial y financiero que, además de socavar su capacidad de superar los actuales efectos de la pandemia, ha obstaculizado durante las tres últimas décadas su proyecto nacional hacia el alcance del desarrollo sostenible”, señaló la delegación dominicana.
México, Venezuela, Honduras, Rusia y china fueron los primeros países en tomar la palabra a título individual para denunciar el bloqueo estadounidense y la violación del derecho internacional que supone.
“Se trata de una política de terrorismo económico que, debido a su extraterritorialidad, afecta a cualquier país o entidad que pretenda mantener, de manera legal y soberana, relaciones económicas, comerciales o financieras con la hermana República de Cuba”, señaló el representante permanente alterno de Venezuela, Joaquín Pérez.
“De lo que no se trata, a pesar de lo que pueda afirmar el gobierno estadounidense para pretender justificar su agresión, es de una cuestión bilateral o de un embargo sólo contra Cuba, pues se trata de una política que afecta a toda la comunidad internacional, en contravención de las normas del derecho internacional e incluso del propio sistema multilateral de comercio”, añadió.
Entre los presentes hoy en el hemiciclo estaba el canciller cubano, Bruno Rodríguez, quien intervendrá mañana jueves para presentar oficialmente el proyecto de resolución antes de su voto.