Los Ángeles (EE.UU.), 19 ago (EFE).- La cantante puertorriqueña Young Miko llena recintos musicales mientras procesa el impacto de la fama. Su carrera ha ido a toda velocidad en los últimos dos años y aunque ahora está concentrada en hacer música piensa que su futuro está abierto.
“Siento que yo pertenezco al arte en general, ahora mismo estoy muy enamorada de la música, pero quizás algún día también estoy en películas, no sé”, cuenta en una entrevista con EFE.
La escena se repite en cada ciudad que visita. María Victoria Ramírez de Arellano Cardona se presenta como Young Miko en un escenario y dice al micrófono: “Le pregunto cuál es su 'type' (tipo en inglés)”. La respuesta siempre es la misma: “¡Tú Baby Miko!”, gritan los miles asistentes que desde el pasado 31 de julio se reúnen en diversos recintos de EE.UU. para ver a la estrella de 26 años.
Una estrella en ascenso
Young Miko pasó de ser la telonera de Karol G a tener su propio espectáculo en la última edición del Festival de Coachella. Actualmente emerge en 'XOXO', una ambiciosa gira de más de veinte fechas en EE.UU. y otras trece por Latinoamérica.
En 2023 debutó en la lista Hot 100 de la revista Billboard, el pasado marzo aceptó el premio Impacto que otorgan los Billboard Women in Music, y en abril desveló 'Att.', su segundo álbum de estudio, con el que se estrenó en listas como Top Latin Albums o Latin Rhythm Albums, del mismo medio.
Un año antes de su explosión musical, la cantante, que también es un referente queer en la industria, ya se imaginaba que su vida no volvería a ser la misma.
“Siento que mi vida cambia todos los días, pero la primera vez que me di cuenta de eso fue cuando intenté salir como persona normal a un mall (centro comercial en inglés) en Puerto Rico (…) y se me acercó mucha gente, eso fue en 2022”, relata.
Aún sigue asimilando los efectos de la fama, y mientras otros artistas se quejan de la sobreexposición, hasta el momento ella asegura que no le ha encontrado un punto negativo.
“La verdad es que voy adaptando a mí las cosas que van cambiando en mi vida, pero siempre encuentro una manera de ser feliz mientras me voy adaptando, así que no, no tengo quejas en realidad”, asegura.
Toma el control del escenario
Young Miko llevaba imaginando cómo sería llevar su nueva música a un escenario desde antes de que esta estuviera terminada en el estudio, un lugar en donde comparte horas con Mauro, su productor.
“El proceso de estar en el estudio y hacer algo de cero, y componer, y pensar de qué quiero hablar es muy personal. Crear algo versus cuando ya está creado y presentarlo ante un público, es un 'feeling' (sentimiento) bien distinto”, asegura.
Si bien su música ha sido más catalogada como urbana, en su álbum navega por ritmos como el pop, el hip-hop, R&B o el reguetón. No obstante, la cantante de Añasco es una “rockstar” en el escenario con músicos en vivo que hacen arreglos que van del rock al jazz, y a la que le llueven bragas y sujetadores.
Antes de aparecer frente a sus fans, Young Miko se siente “ansiosa y con el pulso muy rápido”.
“Trato de respirar en un ritmo para suavizar mi pulso y una vez que arranca esos nervios se van y lo que me da es mucha emoción”, admite.
La cantante asegura que está “súper enamorada del show”, que dividió en etapas con un “color y vibra” especial que muestran su progreso como artista y su evolución en el escenario.
Aunque no le gusta dar adelantos de próximos lanzamientos, Young Miko asegura que nunca dejará de hacer música, por lo que pronto podría desvelar alguna sorpresa para sus seguidores.
Después de que termine sus shows de noviembre, la cantante se visualiza tomando un pequeño descanso: “Si podemos y Dios lo permite, estaremos en la playa, en los jet ski (moto de agua), nos gusta ir al cine, visitando familiares”, dice.
Este lunes, la cantante se presentará en Austin, Texas, después pasará por Houston y Dallas, y seguirá su camino por ciudades estadounidenses como Chicago, Nueva York y Miami.