Miami, 13 jul (EFE).- Los expresidentes Álvaro Uribe, de Colombia, y Luis Alberto Lacalle, de Uruguay, apostaron este miércoles en Miami (Florida) por una economía más fuerte en Latinoamérica como la herramienta para un avance de la democracia en la región.
Uribe subrayó que la clase política de algunos países de Latinoamérica no permite que el sector privado de esos estados prospere, durante su intervención en una charla durante la Cumbre Concordia de las Américas.
El expresidente Colombia, Lacalle y el secretario general de la Organización de los Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, formaron parte del panel “El futuro de la democracia en Latinoamérica”, incluido en la primera jornada de la reunión organizada por Concordia, una entidad no partidista con sede en Nueva York.
“En Colombia además hay que confrontar a grupos criminales” que operan en el país, subrayó Uribe, para quien uno de elementos esenciales para entender el lento avance de la democracia en Latinoamérica es la falta de oportunidades que sufre parte de la población de esos territorios.
EL PROBLEMA DE LA POBREZA
“La pobreza es uno de los problemas de la región”, sostuvo, además de insistir en que “hay dificultades para el sector privado” en Latinoamérica, lo que frena el desarrollo de la economía.
Uribe indicó que el estado de derecho se ha visto amenazado en algunos de los países de la región, lo que afecta a una plena consolidación de la democracia.
“Necesitamos que se defienda la democracia”, dijo sobre las amenazas que entiende amenazan a la región, tras apuntar que, por ejemplo, hay personas que viven en EE.UU. y viajan de vacaciones a países como Cuba, sin que “vean la necesidad de que vuelva la democracia allí”.
“La gente se olvida de la necesidad de recobrar la democracia, como pasa en Venezuela”, sostuvo Uribe.
Lacalle, por su parte, dijo respecto al futuro de la salud de la democracia en Latinoamérica que “la prosperidad es la base de todo”.
LA PROSPERIDAD COMO FORMA DE MEJORA
“Hay que ampliar la democracia a través de la prosperidad económica”, sostuvo Lacalle, que recordó además que muchos países destinan gran parte de sus exportaciones al mercado de China, un país con un modelo político que se aleja del modelo occidental.
“En el caso de Uruguay hay una ‘chinodependencia'”, indicó Lacalle sobre la situación de las exportaciones del pequeño país sudamericano.
Lacalle subrayó que en el continente hay “fuerzas dedicadas a luchar contra la democracia, como el Foro de Sao Paulo -conjunto de partidos y grupos políticos de izquierda de la región- y el Grupo de Puebla -foro político de representantes de la izquierda latinoamericana-“.
El antiguo presidente de Uruguay y padre del actual, Luis Lacalle Pou, sostuvo que se necesita “ampliar el comercio para mejorar la democracia, esa es la base”.
LA DEMOCRACIA COMO DESAFÍO
El secretario general de la OEA reconoció que en América Latina “la democracia siempre es un desafío”, debido a problemas muy presentes en la región como la falta de igualdad de oportunidades, el crimen organizado que afecta a esos países y la necesidad de unas instituciones más fuertes.
“Necesitamos mayor participación en nuestras democracias”, subrayó, además de apuntar otros problemas estructurales que afectan a los países de la región como son la baja productividad y la dependencia tecnológica de terceros, lo que supone una merma para la economías locales.
“Precisamos de mejores instituciones y estar mejor preparados”, sostuvo el líder de la OEA, para quien estos problemas contribuyen a agrandar las desigualdades sociales y a que el sistema colapse.
Concordia es una organización sin ánimo de lucro dedicada a fomentar las asociaciones intersectoriales fundada en 201 que trata de avanzar en conversaciones críticas alrededor de temas con impacto global.