Los Ángeles, 18 dic (EFE).- Uno de cada cuatro votantes en Estados Unidos (25 %) dicen haber “vivido o presenciado” discriminación en los cuidados de la salud debido a la raza, etnicidad, género, discapacidad, religión u orientación sexual, indica una encuesta difundida este lunes.
De acuerdo con el sondeo, patrocinado por Compassion & Choices, grupo de defensa de los cuidados de la salud para el final de la vida, los votantes afroamericanos son el grupo racial con más probabilidades de indicar que han vivido o visto discriminación en cuidados de salud (35 %), seguidos por los hispanos (29 %), los asiáticos e isleños del Pacífico (25 %) y los blancos (19 %).
Los votantes que se identifican como gays, lesbianas, bisexuales o transgénero son el grupo demográfico con más probabilidades de reportar que han vivido o presenciado discriminación en cuidados de salud (41 %).
Asimismo, una mayoría abrumadora de los votantes encuestados dijeron estar “muy seguros” o “algo seguros” de que su proveedor de cuidados médicos (82 %), su familia inmediata (87 %) o su apoderado legal para cuidados de salud (94 %) podían “asegurar que uno llegue a obtener los cuidados para el fin de vida que coincidan con las prioridades y preferencias personales”.
Paradójicamente, un gran porcentaje de votantes admitieron no haber completado los pasos de planificación anticipada para asegurar que puedan recibir los cuidados para el fin de vida que coincidan con sus prioridades. Por ejemplo, solo un 37% indicaron haber completado una directiva anticipada o un testamento vital.
Entre otros hallazgos de la encuesta, realizada vía internet por la firma Goodwin Simon Strategic Research del 22 de septiembre al 4 de octubre, casi tres de cada cuatro votantes encuestados (74 %) indicaron que es “más importante ayudar a las personas a morir con un dolor mínimo, malestar y estrés que demorar la muerte y prolongar la vida lo más posible”.
El 72 % piensan que un adulto con una enfermedad terminal incurable que está en pleno uso de sus facultades mentales y que tiene un pronóstico de vida de seis meses o menos “debe tener la opción legal de ayuda médica para morir y solicitar una prescripción para obtener un medicamento que elija autoingerir para morir pacíficamente en su sueño”.
Este apoyo para la ayuda médica para morir es cinco puntos más alto que el 67 % que tuvo esta opción hace dos años.
El apoyo es mayoritario entre los votantes demócratas (80 %), votantes con discapacidades (76 %), votantes republicanos (68%) y votantes independientes (67 %). También lo es entre votantes blancos (73 %), asiáticos e isleños del Pacífico (73 %), hispanos (72 %) y afroamericanos (66 %).
El respaldo se mantiene elevado entre votantes católicos (75 %), protestantes (68 %) y votantes sin preferencia religiosa (75 %).
Actualmente Washington DC y 10 estados (California, Colorado, Hawái, Maine, Montana, Nueva Jersey, Nuevo México, Oregón, Vermont y Washington) permiten la ayuda médica para morir como opción de cuidados de fin de vida para adultos con enfermedades terminales que están en pleno uso de sus facultades y tienen un pronóstico de vida de seis meses o menos.