Nueva York, 12 jun (EFE).- La escritora estadounidense Elizabeth Gilbert, muy conocida tras su “best seller” “Come reza ama” (2006, con 12 millones de copias vendidas y una película posterior) ha anunciado que aplaza sine die la publicación de su próxima novela, que se desarrolla en Rusia, tras recibir numerosas protestas de ucranianos.
Gilbert anunció el pasado martes que en febrero de 2024 publicaría “The Snow Forest”, la historia de un grupo de rusos que a mediados del siglo pasado deciden “aislarse en Siberia de la sociedad, resistir al gobierno soviético y defender la naturaleza frente a la industrialización”, según sus palabras.
Sin embargo, y pese a tratarse de una trama sin relación alguna con la invasión de Ucrania, el fin de semana comenzó a recibir “un flujo enorme y masivo” de sus lectores ucranianos que expresaban “enfado, pena, decepción y dolor” por la aparición de la novela, explicó hoy Gilbert en un vídeo que colgó en su cuenta de Twitter.
Gilbert deja claro que la reacción de esos lectores es por el hecho de que su trama se desarrolla en Rusia, y entiende que habría sido la misma “ante cualquier libro que se desarrolle en Rusia”, pero ella dice comprenderlo.
“Quiero decir que he oído y he leído esos mensajes, y los respeto”, por lo que a continuación afirma que hace una pausa en el calendario de publicación, sin ofrecer ninguna fecha alternativa.
“No es el momento de publicarlo: no quiero añadir ningún daño a un grupo de gente que han experimentado y siguen experimentando daños graves y extremos”, concluye la escritora.
El anuncio de Gilbert tiene más de mil respuestas en Twitter, desde aquellos que aplauden su decisión como “valiente” hasta los que lamentan que haya “claudicado ante las turbas” o ante “los quema-libros”.
La presidenta de PEN America (la asociación de escritores más reconocida), Suzanne Nossel, lamentó la decisión de Gilbert: en una declaración al New York Times dijo que “la publicación de una novela que transcurre en Rusia no debe ser equiparada a un acto que agrava la opresión”.
“La opción de leer o no un libro de Gilbert pertenece a los mismos lectores”, dijo Nossel, cuya organización es una de las más beligerante contra cualquier tipo de censura o autocensura en el ámbito literario.