Los Ángeles, 7 dic (EFE).- Una mujer embarazada en Texas logró este jueves permiso de una corte para abortar el feto, diagnosticado con un defecto terminal, convirtiéndose en la primera en ese estado en recurrir a un juez después de que el Supremo de EE.UU. eliminó en 2022 el derecho a terminar con un embarazo.
Kate Cox, de 31 años y con veinte semanas de embarazo, recurrió a la corte el martes pasado para dar fin al embarazo que pone en riesgo su vida.
La Casa Blanca aplaudió hoy el fallo y reiteró que ninguna mujer debería tener que acudir a un tribunal para obtener la atención sanitaria que necesita, según dijo su portavoz, Karine Jean-Pierre.
Los abogados de Cox argumentaron que ella y su esposo querían desesperadamente tener el bebé, pero sus médicos le advirtieron de que no era viable y representaba un riesgo para la salud y la fertilidad de la madre.
En una audiencia de emergencia, la jueza del condado de Travis Maya Guerra Gamble opinó que el caso de Cox clasifica dentro de las excepciones permitidas por la estricta ley de prohibición del aborto en Texas, un estado republicano.
La orden de la magistrada protegerá al médico que realice el aborto y a cualquier otra parte involucrada en el procedimiento.
“La idea de que la señora Cox quiera desesperadamente ser madre y que esta ley pueda hacer que pierda esa capacidad es impactante y sería un verdadero error judicial”, dijo la magistrada en la audiencia, según citó el periódico The Texas Tribune.
Jean-Pierre resaltó que el Gobierno del presidente Joe Biden seguirá luchando por el derecho de las mujeres a tomar decisiones sobre su atención médica. “Vamos a seguir hablando alto y claro sobre eso”.
La portavoz también criticó los estados republicanos donde historias como la de Cox “se están volviendo demasiado comunes”, tras la aprobación de leyes “extremas que amenazan” las vidas de las mujeres.
La Fiscalía de Texas aún puede acudir a un tribunal superior para impugnar la decisión.
Texas ha aprobado las leyes más restrictivas contra el aborto en Estados Unidos, incluso antes de la Corte de Suprema de Justicia, que eliminó el derecho a una mujer a terminar con su embarazo en 2022.
En septiembre de 2021 entró en vigor en Texas la “Ley de latido del corazón”, que prohíbe el aborto si se detecta actividad cardíaca en el feto, algo que sucede a las seis semanas de gestación, cuando muchas mujeres ni siquiera saben que están embarazadas.