Miami, 22 dic (EFE).- Un cuidador de un zoológico de Jacksonville (noreste de Florida, EE.UU.) se recupera en un hospital de las heridas que le causó un oso negro americano que logró escapar de su encierro y tuvo que ser sacrificado, informaron este jueves medios locales.
El oso Johnny, de 5 años, que estaba en el Jacksonville Zoo and Gardens desde 2017, murió por disparos de los especialistas en armas mortales de esa institución, según informó el canal local News 4 JAX.
Se desconoceN las circunstancias en que el oso se escapó el miércoles por la tarde, pero sí se sabe que no fue en una zona a la vista del público.
Tampoco se conoce qué pasó exactamente entre el oso y el cuidador, pero el incidente va a ser investigado por la Comisión de la Fauna y la Pesca de Florida, además de por el zoológico.
Según Kelly Rouillard, directora de mercadeo del zoológico, el oso se “enzarzó” con el cuidador y éste hizo una llamada de emergencia para que los especialistas en responder a esta clase de situaciones acudieran.
“Se aplicaron los protocolos de emergencia. Dispararon al oso y murió”, dijo Rouillard, quien subrayó que los especialistas consideraron que en este caso no hubiera valido el uso de tranquilizantes porque estaba en riesgo una vida humana.
Rouillard indicó que el cuidador, cuyo nombre no se ha facilitado, fue llevado al hospital para una evaluación y se va a recuperar de las heridas que le infligió el oso.
“Nuestra máxima prioridad es siempre la seguridad de las vidas humanas, por lo tanto, el oso fue abatido a tiros”, indicó el zoológico en un comunicado.
“Llevaremos a cabo una investigación en curso en los próximos días y semanas. No lo tomamos a la ligera. Es profundamente doloroso cuando tenemos la pérdida de un animal, especialmente en circunstancias como esta”, agrega el texto.
Según Outforia, un medio digital sobre naturaleza y aventuras que en 2021 publicó un informe sobre las muertes de humanos a causa de animales salvajes en Estados Unidos, el oso pardo es el más peligroso, con 70 muertes desde 1970.
Le siguen los tiburones (57 muertes), las serpientes en general (57), los osos negros (54), los caimanes (33), los pumas (16), los osos polares (10) y los lobos (2).