Miami, 3 mar (EFE).- Una de cada cinco personas que planea tener hijos en los próximos diez años en EE.UU. ha considerado mudarse de estados con restricciones al aborto o conoce a alguien que lo ha hecho debido a estas políticas, según un sondeo divulgada este lunes por el Centro de Derechos Reproductivos.
La encuesta, realizada a más de 10.000 personas por el Instituto de Investigación de Políticas para las Mujeres (IWPR, en inglés), detalla además que el 57 % de los futuros padres prioriza trabajar en empresas que ofrezcan beneficios de salud reproductiva.
Agrega que en los estados que prohíben el aborto, sólo el 30% de los encuestados apoya estas políticas.
El Centro de Derechos Reproductivos, que respaldó el sondeo, subraya que las restricciones al aborto provocan un éxodo de trabajadores y amenaza la economía de varios estados.
Agrega que cada vez más personas que planean formar una familia están abandonando estos estados, lo que podría poner en riesgo la estabilidad económica a largo plazo de estas regiones.
Otro estudio reciente del Instituto Tecnológico de Georgia y el Colegio de Wooster encontró que los estados con prohibiciones al aborto han perdido más de 36.000 residentes por trimestre desde la decisión de la Corte Suprema de EE.UU. de suprimir las protecciones al aborto en 2022.
Desde 2022 una docena de estados prohíben totalmente el aborto, incluido Texas y Luisiana, mientras una treintena más tiene restricciones.
Los hallazgos de la encuesta, según el centro, indican que la falta de acceso a servicios de salud reproductiva está afectando directamente la competitividad económica de los estados con restricciones.
Agrega que la migración de jóvenes y profesionales en edad productiva podría impactar desde la recaudación fiscal hasta la disponibilidad de mano de obra calificada, obligando a las empresas y gobiernos locales a reconsiderar sus políticas para evitar un declive económico prolongado.
Un análisis anterior del IWPR señaló que los estados que prohibían el aborto estaban costando a la economía de Estados Unidos 61.000 millones de dólares cada año.
La restricción al acceso a la salud reproductiva reduce la participación de las mujeres en la fuerza laboral, lo que conlleva pérdidas significativas en salarios y poder adquisitivo para ellas y sus familias, señaló el estudio.