Washington, 1 feb (EFE).- El presidente de EE.UU., Donald Trump, mantenía este sábado en vilo a Canadá, México y China al cumplirse el plazo para aprobar los aranceles con los que les amenazó en represalia por asuntos de seguridad nacional o para supuestamente paliar el déficit comercial.
Trump, que hoy pasaba jornada en sus propiedades de Florida con la agenda vacía, se dedicó a escribir mensajes en sus redes sociales, pero no a firmar los aranceles del 25 % que se espera que imponga a sus socios del tratado T-MEC ni los del 10 % contra China.
No obstante, su silencio parece ser solo público, ya que fuentes gubernamentales de Canadá dijeron a su radiotelevisión pública, CBC, que hoy EE.UU. notificó que aplicará a partir del martes aranceles del 25 % a todas las importaciones canadienses, excepto al petróleo y gas.
La fecha del martes contradice las declaraciones de ayer la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, de que serán “implementados y estarán en efecto” hoy sábado.
Además, la Administración Trump amenazó al Gobierno canadiense con incrementar el porcentaje del arancel si Ottawa responde del mismo modo en represalia, indicaron las fuentes gubernamentales canadienses hoy a CBC.
El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, tiene previsto comparecer esta tarde para anunciar represalias comerciales a EE.UU. tras una reunión con los jefes de Gobierno de las 10 provincias y 3 territorios del país convocada tras la notificación de los aranceles.
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, se reunió el viernes por la noche en el Palacio Nacional con integrantes de su gabinete de cara al anuncio sobre los aranceles que no se concreta, se ha mostrado escéptica y ha dicho que esperará para dar una respuesta.
Mientras, el Gobierno chino ha recalcado que “nadie gana una guerra comercial” y que las diferencias han de resolverse “mediante el diálogo”.
Trump insistió ayer en que hoy aplicaría los aranceles a Canadá, México y China, pero los tres países siguen esperando que el republicano firme una orden ejecutiva que apruebe y detalle el alcance de las medidas proteccionistas prometidas en su campaña electoral.
En su comparecencia de ayer, además, anunció que partir del 18 de febrero gravará las importaciones de petróleo y gas, aunque no especificó si eso afectaría a los combustibles que sus dos vecinos exportan a EE.UU.
Y prometió aranceles sobre una amplia gama de importaciones en los próximos meses, incluidos metales como el acero y el aluminio, así como productos farmacéuticos y semiconductores, intensificando sus amenazas de gravar a sus socios comerciales.