Ciudad de México, 15 feb (EFE).- La Alianza Mexicana de Organizaciones de Transportistas (Amotac) paralizó este jueves las carreteras de México con un paro nacional para denunciar un alza de la violencia del crimen organizado, con pérdidas estimadas en 7.000 millones de pesos (más de 400 millones de dólares) en 2023.
Tras un incremento cercano al 5 % de los robos a camiones con mercancía en 2023, según la Cámara Nacional del Autotransporte de Carga (Canacar), decenas de miles de transportistas exigieron medidas al Gobierno de Andrés Manuel López Obrador, quien los acusó de ser “conservadores” y negarse al diálogo.
La Amotac, con más de 100.000 afiliados y un estimado de casi medio millón de vehículos, bloqueó las principales carreteras del país, como las que conectan a Ciudad de México, con Toluca, Querétaro, Puebla, Veracruz, Pachuca Guerrero.
Una protesta de frontera a frontera
La protesta de los choferes también abarcó desde Tamaulipas, en el límite con Estados Unidos, hasta Chiapas, en la frontera con Centroamérica.
“Duele perder a los conductores de los tráileres día con día, la seguridad en las carreteras es mínima y el exceso de cobros de peaje va en aumento, tenemos cobros excesivos de los servicios de grúas”, expuso a EFE el delegado de la Amotac en San Cristóbal, Chiapas, William de Jesús Arellano.
Como en otros lugares del país, la manifestación en Chiapas comenzó a las 8:00 hora local (14:00 GMT), cuando instalaron unas 100 unidades sobre el camino de San Cristóbal-Chiapa de Corzo y la carretera internacional Ciudad Comitan-Cuauhtémoc.
La organización aseguró que desde hace 10 años los transportistas han señalado al Gobierno mexicano las rutas más violentas, pero las autoridades “se vieron rebasadas”.
“A todas las autoridades de Gobierno, estatales y federales, que nos volteen a ver, aquí en el estado nos asaltaron en el tramo Mal Pasito y en ese asalto murió mi hermano y ahorita sí está muy difícil”, comentó a EFE Marco Antonio López, delegado de Amotac en Comitán.
En Ciudad Juárez, en el norteño estado de Chihuahua, el bloqueo duró desde las 8:00 hora local (14:00 GMT) hasta las 16:00 hora local (22:00 GMT). Los transportistas decidieron terminarlo después de acordar una reunión para el viernes con funcionarios federales.
Industriales chihuahuenses dijeron que es comprensible el bloqueo realizado por los transportistas y que mientras las armas sigan circulando por las carreteras en manos de civiles y la impunidad no ceda, la violencia seguirá creciendo, mermando la economía y la competitividad del país.
“Yo soy transportista y nos asaltaron el año pasado en Chichimequillas, en Querétaro. No lo había vivido, es una cosa muy fea, lo bueno es que nomás nos quitaron las pertenencias, pero a otros compañeros les quitan el camión y hasta la vida, no es posible tanta inseguridad”, indicó José Manuel Castañón, subdelegado de Alianza Mexicana de Organizaciones de Transportistas Asociación Civil (Amotac) de Ciudad Jiménez, Chihuahua.
Por su parte, Thor Salayandía Lara, vicepresidente nacional de Maquiladora y Franjas Fronterizas de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación, indicó que este paro significa un gran freno a la producción pero sobre todo para la competitividad del país.
“Desde Tijuana hasta Matamoros dependemos de la industria de exportación y se están viendo de alguna manera afectados… perdemos competitividad por la violencia por este tipo de paros, pero algo se tiene que hacer”, afirmó el líder industrial.
Pérdidas humanas y financieras
Por los asaltos a camiones de mercancía, la industria perdió un aproximado de 7.000 millones de pesos (más de 400 millones de dólares) en 2023, según la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin).
Mientras que la Canacar reportó en enero cerca de 13.000 robos con y sin violencia en 2023, además de un estimado de entre 50 y 150 conductores asesinados.
“A los compañeros que están en la frontera, a los transportistas, les han quitado sus unidades, les han pedido el cobro de derecho (extorsión), y si no (pagan) los desaparecen y es lo más triste la verdad”, comentó Pascual Hernández, un transportista que protestó en Chiapas.
El Gobierno desestima a los transportistas
Aunque ya es la segunda protesta nacional en lo que va del mes, el presidente López Obrador afirmó que “hay líderes de estas organizaciones que son militantes de partidos conservadores y, como vienen las elecciones (del 2 de junio), aprovechan el viaje”.
“Sí, porque se les ofrece: A ver, vamos a dialogar, vamos a buscar solución. No quieren los líderes. Por eso, aprovecho para hablarle a los transportistas, decirles que estamos con ellos y comprometidos a protegerlos”, expresó en su conferencia matutina.
La secretaria de Gobernación, Luisa María Alcalde, indicó que “se han realizado 120 reuniones de atención con agremiados de Amotac”, a quienes prometieron desplegar 600 elementos nuevos de la Guardia Nacional y 2.000 patrullas.
Pero el mandatario aseguró que “se levantaron de la mesa porque ya traen un plan con maña”.