Ciudad de México, 30 oct (EFE).- La presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, respondió este miércoles durante su conferencia matutina al embajador estadounidense en México, Ken Salazar, que “el fin no justifica los medios”, después de que este expresara su “sorpresa” porque en vez de celebrar la captura del presunto narcotraficante ‘El Mayo’ Zambada, se pidieran explicaciones sobre cómo ocurrió.
“Cuando hablamos de respeto a los derechos humanos, del estado de derecho, de la soberanía, es decir, la manera en que haces las cosas también tiene fondo, no solo es el fin”, replicó la presidenta mexicana.
Continúa así la tensión entre Estados Unidos y México tras la detención del narcotraficante Ismael ‘El Mayo’ Zambada, quien fue presuntamente trasladado en un avión por otro líder criminal, Joaquín Guzmán López (hijo del ‘Chapo Guzmán’) y llevado a EEUU sin el aparente conocimiento de las autoridades mexicanas.
En la conferencia matutina del martes, el fiscal general de la República mexicana, Alejandro Gertz, tildó de “secuestro” la detención de Zambada y alegó que desde EEUU no se ofrecía información suficiente sobre la captura, algo que el embajador estadounidense se apresuró a desmentir en una rueda de prensa posterior.
“A mí me sorprende tanto que no se pueda decir victoria del pueblo de México, victoria de Estados Unidos, resultado del trabajo que hemos llevado en los últimos tres años”, respondió Salazar durante una rueda de prensa en la nueva embajada americana, inquirido por las demandas de información emitidas por la Fiscalía General de la República mexicana.
La presidenta Sheinbaum coincidió con Gertz en sus demandas e insistió en que la manera en la que se hizo la detención no es la correcta, pese a que Estados Unidos niega cualquier participación de cuerpo policial o agencia norteamericana en la operación.
“Para eso se han creado instituciones, una constitución, los medios son tan importantes como el fin, entonces el fin no justifica los medios”, insistió Sheinbaum.
La detención de Zambada, líder del Cartel de Sinaloa entregado por a EEUU por otra facción del mismo, los hijos del Chapo o ‘Chapitos’, el pasado 25 de julio, ha desencadenado una auténtico baño de sangre en el occidental estado sinaloense, donde los asesinatos y tiroteos se cuentan por cientos desde agosto de este año.