Miami, 12 ene (EFE).- Ochocientos manatíes murieron en Florida (EEUU) durante el año 2022, una cifra preliminar por debajo del récord de 1.100 del año anterior, pero todavía alta y superior a la media de los últimos cinco años, según las autoridades estatales.
De acuerdo a la Comisión de Pesca y Vida Silvestre de Florida (FWC), desde 2017 se ha producido un promedio anual de 741 decesos de manatíes, un animal nativo y emblemático en este estado sureño que está sufriendo el deterioro de su hábitat a causa de la acción humana.
Solo en los primeros seis días de 2023 murieron 27 manatíes, según la FWC.
Debido a la escasez de los pastos marinos de los que se alimenta se han presentado muertes por inanición y casos de manatíes con desnutrición crónica, los que ha obligado a las autoridades a poner en marcha desde 2022 un programa de alimentación suplementaria en los meses de invierno, a base principalmente de lechugas.
A fin de combatir lo que los biólogos denominan “evento de mortandad inusual”, Florida mantiene “a plena capacidad” un centro de respuesta con aguas cálidas en Cabo Cañaveral, en la costa este del estado, en el que se atiende a manatíes rescatados y se les alimenta principalmente con lechugas.
Durante 2022, gracias a este plan se rescataron 106 manatíes mientras que en lo que va de este año ya van ocho, según la agencia estatal.
“Hasta el momento, la mortalidad relacionada con la hambruna ha sido mucho menor este invierno en comparación con años anteriores”, informó el miércoles la FWC.
La agencia estatal alertó, no obstante, que va a haber más casos de manatíes con desnutrición crónica en la costa atlántica floridana en vista de la escasez de pastos marinos, en especial en el área de Indian River Lagoon, donde se ubica precisamente el centro de respuesta que empezó a operar por primera vez el invierno pasado.
En lo que va de la actual temporada, hasta el momento se ha alimentado a las vacas marinas con 13.600 kilos de lechuga, según funcionarios estatales.
Los expertos creen que una de las causas de la alta mortandad de esta especie, que en 1975 fue declarada uno de los símbolos oficiales de Florida, es la disminución de los pastos marinos de los que se alimentan estos animales, debido a la contaminación provocada por la acción del hombre.
El gobernador estatal, Ron DeSantis, firmó el martes una orden ejecutiva que autoriza una partida de 3.500 millones de dólares para la restauración de los pantanos de los Everglades y de otros recursos naturales de Florida, la cual incluye 100 millones de dólares para mejorar la calidad del agua en Indian River Lagoon.
Esta especie nativa dejó de estar oficialmente en peligro y protegida en 2017, pues su población aumentó en los últimos años hasta llegar a más de 7.500 animales gracias a medidas para establecer zonas de protección de manatíes y de velocidad reducida para barcos y campañas de concienciación.
La situación actual ha hecho que los conservacionistas pida que vuelvan a ser incluidos en la lisra de especies en peligro.