Ciudad de México, 1 ago (EFE).- El director general del Grupo Financiero Scotiabank en México, Adrián Otero, consideró que la relocalización de las cadenas de valor o “nearshoring” marcará el tercer gran momento económico de México, tras el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) en 1994 y la reforma energética de 2013.
“En México ha habido tres momentos (económicos): el primero, la firma del TLCAN en 1994; el segundo, la reforma energética de 2013, cuando se llegó a un pico de inversión extranjera de 46 billones de dólares en ese año solamente; y el tercero es el ‘nearshoring'”, expuso Otero en entrevista con EFE.
La gran diferencia, puntualizó, es que los dos primeros se gestaron desde México, mientras que la relocalización se ha hecho desde fuera.
“Eso hace muy especial y muy único el momento que estamos viviendo”, subrayó.
Este fenómeno económico, cuyo inicio en México se remonta a hace poco menos de dos años y se extiende en 15 estados, ha arreciado este año con la llegada de grandes multinacionales como Tesla.
Otero expuso que la disrupción en las cadenas de suministro y un entorno geopolítico que tiende hacia la regionalización crean una coyuntura en la que México “tiene un posicionamiento extraordinario para capturar esa oportunidad”.
De acuerdo con diversos análisis, dijo, el “nearshoring” podría incrementar las exportaciones de México entre 75.000 y 200.000 millones de dólares.
“Si llegamos a capturar parte de esto va a posicionar a México como el primer socio (comercial) de Estados Unidos (actualmente es el segundo)”, auguró.
Prueba de ello, expuso Otero, es que en Scotiabank han incrementado un 50 % su portafolio de financiamiento y sus operaciones en el mercado de capitales, especialmente dirigidas al sector inmobiliario industrial.
No obstante, remarcó, la relocalización de empresas extranjeras debe acompañarse de una consecuente inversión pública y privada en infraestructura.
“Lo mejor es que esto no es solamente para las multinacionales. Ellos van a llegar y a poner la inversión, pero se van a necesitar servicios que acompañen todo ese ecosistema que se va a ir gestando alrededor, y ahí es cuando las empresas medianas y pequeñas pueden empezar a acompañar el desarrollo”, valoró.
EL “SUPERPESO” NO ES UN PROBLEMA
La fortaleza del peso mexicano, que acumula una apreciación de más del 13 % frente al dólar estadounidense en lo que va de año, ha impactado la economía nacional, pero puede ser beneficioso para el “nearshoring”.
“Todo mundo habla en cuestión de que cuando tú tienes un peso fuerte, como estos niveles que no veíamos desde 2015, tiene un impacto en las exportaciones. Pero este fortalecimiento está acompañado de que nuestro comprador más importante, Estados Unidos, también está teniendo presiones por la inflación”, comentó
“Entonces, ¿qué pasa? Que (el peso) se revalúa, allá asumen los precios y eso hace que se amplíen (las exportaciones) y los exportadores sigan teniendo esta capacidad elástica para poder seguir teniendo un negocio rentable y sostenible”, continuó.
Mientras en México, la tasa de inflación bajó del 5 % por primera vez desde marzo de 2021, algo que el director general de Scotiabank achacó al buen hacer del Banco de México (Banxico).
“Todos los bancos centrales, más o menos, tienen como objetivo estar entre el 2 % y el 3 %, es donde realmente quieren que siempre esté la inflación, y creemos que esta tendencia a la baja tiene que seguir”, previó.
ELECCIONES EN MÉXICO Y EE.UU.
Pese a las elecciones presidenciales que México y Estados Unidos celebrarán en 2024, Otero confió en que las instituciones se mantendrán fuertes y no habrá afectaciones económicas.
Bajo el mandato de Donald Trump (2017-2021), México y Estados Unidos tuvieron roces comerciales, como amenazas de aranceles a todos los productos mexicanos como castigo por la migración irregular.
“Van a ser súper importantes las elecciones, en México y las de nuestro principal socio comercial. Pero el foco es en la fortaleza de las instituciones”, reiteró Otero.