Nueva York, 2 mar (EFE).- Dos de los más destacados artistas del flamenco más actual, la bailora Sara Baras y el guitarrista Rafael Riqueni, serán las estrellas del Flamenco Festival de Nueva York, que este año celebra su 21 edición entre el 16 y el 30 de marzo.
Diez espectáculos compondrán este año la programación neoyorquina, a los que se añaden otros nueve en Miami y Washington, y además de Baras y Riqueni, el público estadounidense podrá ver a Diego Villegas, Matías López “el Mati”, Emilio Solla y Antonio Lizana Quartet.
Como suele ser habitual, convivirán en la programación representantes del cante jondo más ortodoxo con expresiones de vanguardia e innovación, con la intención de mostrar “la diversidad de miradas, lenguajes y formas de entender un arte universal”, como destacó hoy la organización en un comunicado.
El festival arrancará con un taller educativo de Rafael Riqueni, uno de los guitarristas más consagrados, en la Universidad del Estado de Nueva York (SUNY); al día siguiente (17) presentará su última creación “Herencia” en una sala de Brooklyn, y el día 18 lo llevará a Miami.
Por su parte, Sara Baras comienza el día 17 con su ballet una gira por tres ciudades que la llevará a Miami (17 y 18), Nueva York (del 23 al 26) y Washington (29 y 30 de marzo).
Una de las sedes de conciertos en Nueva York será, como en años anteriores, el Instituto Cervantes -donde actuarán Diego Villegas y Antonio Rey-, dejando así patente que el flamenco es una de las principales señas de identidad de lo que se dio en llamar “Marca España”.
Dentro de los numerosos festivales de flamenco en el mundo, el de Nueva York pasa por ser uno de los más prestigiosos, y a lo largo de las veinte ediciones pasadas han desfilado por sus escenarios nombres como las bailaoras Eva Yerbabuena o María Pagés, cantaoras como Estrella Morente y Carmen Linares o guitarristas como Paco de Lucía o Tomatito, entre otros nombres consagrados.
En la edición del año pasado, en la que Miguel Poveda era cabeza de cartel, los organizadores quisieron destacar el carácter transversal y diverso del flamenco, no solo por la figura de Poveda (catalán y homosexual declarado) sino por la presentación de un concierto de “flamenco queer” a cargo de la compañía de Manuel Liñan.