Ciudad de México, 12 jun (EFE).- Ricardo Monreal, quien este lunes se despide de su cargo como líder del oficialista Movimiento Regeneración Nacional (Morena) en el Senado mexicano para buscar la Presidencia, se presenta como la voz más crítica dentro de los posibles sucesores del mandatario Andrés Manuel López Obrador, con quien ha tenido diversos choques pese a haberlo acompañado durante buena parte de su carrera política.
“Es la mudanza, normal. No hay que acostumbrarse a los puestos ni a los cargos, sino dedicarse con amor a los encargos”, dijo en un video publicado en su cuenta de Twitter, en el que se le ve retirando sus pertenencias de su despacho en el Senado.
Monreal anunció que pedirá licencia para separarse del cargo después de que el pasado domingo el Consejo Nacional de Morena presentó los requisitos para los aspirantes a ser el candidato del partido a las elecciones presidenciales, previstas para junio de 2024, entre los que se encuentra deslindarse de cualquier puesto público.
El hasta ahora presidente de la Junta de Coordinación Política (Jucopo) del Senado se enfrentará en dicha contienda con el canciller Marcelo Ebrard, quien también abandona su cargo este lunes; la jefa de Gobierno de Ciudad de México, Claudia Sheinbaum; y el secretario de Gobernación, Adán Augusto López.
“EL REBELDE CON CAUSA”
En ese grupo de cuatro, Monreal es el menor posicionado en las encuestas. El pasado abril, en una entrevista con EFE, se consideró que el hecho de ser “un rebelde con causa” le mantenía alejado del resto de contendientes.
“Yo soy como el rebelde con causa, que no estoy dentro de esa tercia de ‘corcholatas’ (como se conoce coloquialmente a los aspirantes en México) porque no lo asumo y no me asumo como tal. Me asumo como un hombre libre, pensante y autónomo. Que, aunque Morena ya me reconoció como aspirante legítimo, tengo mi opinión ante el presidente”, expuso entonces.
Con sus declaraciones y decisiones, Monreal se ha convertido en el candidato menos obradorista dentro del obradorismo.
Especialmente llamativo fue su voto en contra del conocido como “Plan B” de reforma electoral, una de las medidas más polémicas del presidente, con la que, entre otros asuntos, se reducen las capacidades del Instituto Nacional Electoral (INE).
Por aquel entonces, el pasado diciembre, aseguró que tomó dicha decisión para defender la democracia y la Constitución.
Pese a las recientes fricciones con el fundador del partido en el que milita, Monreal, con una extensa carrera política, ha sido un leal escudero de López Obrador durante muchos años y en momentos mucho menos favorables que el actual.
Desde que en 1975 se adentrase en política de la mano del Partido Revolucionario Institucional (PRI), por aquel entonces hegemónico, Monreal ha pasado por varios partidos y diversidad de cargos, desde gobernador de su estado natal, Zacatecas, hasta jefe de la delegación de Cuauhtémoc de Ciudad de México, pasando por largos periodos tanto en el Congreso como en el Senado.
En 2004, Monreal contendió contra López Obrador como precandidato del Partido de la Revolución Democrática (PRD) a las elecciones presidenciales de 2006, cuando el actual mandatario obtuvo su primera candidatura presidencial.
VIRAJES POLÍTICOS
Además de militar en el PRI, el PRD y ahora en Morena, Monreal estuvo durante breves periodos en el Partido del Trabajo (PT) y Movimiento Ciudadano (MC).
Esos virajes políticos han despertado las especulaciones acerca de la posibilidad de que, en caso de no salir elegido, pruebe suerte en otra formación.
Él mismo no ha desechado la idea, siempre amparándose en el caso en que no sea tratado en igualdad de condiciones.
“Yo he dicho que mi límite en Morena es la dignidad. Cuando yo me pronuncio por una ley que me parece injusta, actúan contra mí los simpatizantes acusándome de traición o de deshonestidad. Si continúa la hostilidad, no puedes mantenerte en un lugar donde no eres aceptado por tus ideas o tu independencia”, incidió en una entrevista con EFE.
Las “corcholatas” han acordado los cargos que los perdedores en la encuesta podrían ocupar en un futuro Ejecutivo de Morena, algo que parece ineludible.