Mérida (México), 28 ago (EFE).- Tras 24 años de investigación, arqueólogos mexicanos revelaron más datos de una tumba maya descubierta en 1998 y que pertenece al rey maya Kalonché Uk’uuw Chan Chaahk o “Señor del dominio de los Ka’n en Ho”, la cual se encuentra en la plaza ceremonial de la zona ecoarqueológica de Dzibilchaltún, ubicada al norte de Yucatán, sureste de México.
“En el entierro, que hallé en 1998 durante los trabajos de excavación en la Estructura 42, había un hueso de venado que tenía hermosos glifos tallados con el nombre del gobernante maya”, contó a Efe el arqueólogo Ángel Góngora Salas, director del Proyecto Dzibilchaltún, en coordinación con Iliana Ancona de la Sección de Arqueología del Centro INAH Yucatán.
Aunque los datos del personaje y su reino estaban escritos en la Estela 19, el investigador dice que varios años después, apoyados con el avance de la epigrafía, hicieron la traducción confiable de los jeroglíficos mayas que dicen: “Kalonché Uk’uuw Chan Chaahk, Rey de Ich Kan Sihó”.
De los 35 monumentos verticales de piedra (estelas) encontrados en el sitio, solo unos cuantos tenían el texto legible, “las otras estaban erosionadas por el paso del tiempo”, aseguró.
En ese entonces, el encargado del proyecto era el arqueólogo Rubén Maldonado Cárdenas, mientras Góngora Salas se sumergía en los estudios epigráficos “para comprender mejor la arquitectura y legado que había en este reino maya”.
Dijo que además del hermoso hueso de venado, que se exhibe en el Museo Palacio Cantón de Mérida, encontraron otros objetos, como ollas que sirvieron de urnas para guardar las cenizas del rey maya cuando fue cremado.
Las ollas están en el Museo del Pueblo Maya que está cerrado por remodelación, “ya que pronto será el Museo de Sitio de Dzibilchaltún, que alberga artículos de los españoles, ya que cuando llegaron hace más de 500 años, este lugar aún estaba habitado por los indígenas”.
UN PALACIO MAYA CON PASADIZOS
Góngora Salas y su equipo trabajan actualmente en la Plaza sur de Dzibilchaltún, donde está la Estructura 46 que era un templo para la élite maya, un Sacbé (camino blanco), un juego de pelota y un palacio maya que tiene varias entradas al frente, diversos pasadizos y patios interiores rodeados de cuartos abovedados.
“Solo viendo la parte monumental de la Plaza Sur nos damos cuenta que Dzibilchaltún guarda tesoros de incalculable valor que arrojará más datos de este reino que fue uno de los más importantes del norte de Yucatán”, aseguró el epigrafista en ciernes.
La Plaza sur, que se ocupó y desarrolló del 771 al 871 después de Cristo, nunca ha estado abierta al público.
INVERSIÓN DE 849.000 DÓLARES
El delegado del Centro INAH Yucatán, José Arturo Chab Cárdenas, dijo que como parte del Programa de Mejoramiento de Zonas Arqueológicas (Promeza) se destinarán 17 millones de pesos (unos 849.000 dólares) para trabajos de investigación, conservación y restauración del patrimonio nacional en Dzibilchaltún.
Actualmente, el área de visita de la zona eco arqueológica tiene 11,5 hectáreas y se incrementará a 16.
Además, explicó que gracias al Promeza seguirán líneas de investigación que arrojarán más información sobre el asentamiento prehispánico, “porque Dzibilchaltún estaba habitada durante el contacto con los españoles”.
Chab Cárdenas precisó que continuarán con las investigaciones en el cenote Xlacah (Pueblo viejo en lengua maya), “no solo por el posible riesgo para la conservación, sino por los resultados de los trabajos de la Subdirección de Arqueología Subacuática”.
“Tenemos un inventario de lo que se obtuvo en el cuerpo del agua y la idea es asociar el patrimonio cultural con el natural y pronto tendremos otra inmersión”, adelantó, pero no dio detalles de los objetos y material óseo que se encontraron en el cenote Xlacah.