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Denver (CO), 8 sept (EFE).- Dos mexicanos, padres de cinco hijos estadounidenses, lograron que se cancelara una orden de deportación emitida hace una década y podrán permanecer legalmente en Estados Unidos gracias al respaldo de organizaciones comunitarias y a una representación legal adecuada, afirmó el abogado de la pareja.
Guadalupe López (del estado de Chiapas) y Abel Bautista (de Oaxaca) llegaron por separado a Colorado hace 25 años y se casaron en el 2000. Sus hijos tienen 20, 18, 16, 15 y 5 años.
Según explicó López a Efe, su “maravillosa vida” en Estados Unidos terminó el 4 de septiembre de 2012 cuando un uniformado de la Patrulla de Caminos de Colorado detuvo el vehículo conducido por Bautista por una infracción de tránsito y, al descubrir su situación migratoria irregular, lo arrestó.
Pese a carecer de antecedentes delictivos, Bautista y luego López quedaron a disposición del Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE), y eventualmente se ordenó su deportación.
Esa orden causó que Bautista fuera internado en el centro de detención del ICE en Aurora, al este de Denver.
Con hijos menores de edad, en ese momento no era opción esperar a que llegaran a ser mayores para que presentaran una “petición de familiar” y así evitar la deportación de sus padres. Tampoco lo era el Estatus de Protección Temporal que, aunque beneficia unas 400.000 personas de 14 países, no incluye a México.
Sin embargo, haberse contactado con organizaciones proinmigrantes desde 2012 puso en marcha el proceso que llevó a cancelar su deportación.
“He representado a docenas de inmigrantes que llamaron a la Coalición por los Derechos de los Inmigrantes de Colorado (CIRC) para pedir ayuda con sus casos o para reportar injusticias. Todas esas personas están mejor equipadas para pelear sus casos porque desde esa primera llamada ahora toda la comunidad los acompaña”, dijo a Efe Hans Meyer, el abogado de la pareja.
López llamó a CIRC luego del arresto de su esposo y, tras escuchar los detalles, los expertos de la organización determinaron que hubo racismo y mala práctica de la Patrulla de Caminos de Colorado en la detención. Por eso, CIRC y el Comité de Servicios de Amigos Americanos (AFSC) decidieron ayudar a la pareja.
“Pese al racismo que llevó a su arresto y al inicio de los procedimientos de inmigración en su contra, Lupe López es el ejemplo por excelencia de fe y perseverancia al enfrentar la adversidad”, comentó Meyer.
Esa perseverancia queda en evidencia en que la familia se mantuvo unida, los hijos siguieron estudiando, Bautista abrió su propio negocio y López es ahora “una dirigente comunitaria profundamente respetada”, apuntó el abogado. López es integrante de la mesa directiva de CIRC y trabajadora de campo para AFSC en zonas rurales de Colorado.
“Por eso, finalmente y después de diez años de lucha, se hizo justicia para ellos y ahora son residentes legales y permanentes”, subrayó.
CAMBIOS OPORTUNOS
Asimismo, Bautista y López se vieron beneficiados por cambios en las leyes estatales de Colorado y en las normas federales de inmigración.
A partir de 2014 Colorado anuló el acuerdo entre ICE y la policía local (vigente en 2012 y que permitió el arresto de la pareja mexicana por ser indocumentados).
Y durante los últimos años Colorado aprobó leyes que permiten a ciertos indocumentados abrir sus propios negocios e incluso obtener licencias para ciertas profesiones. Por eso, desde 2019 Bautista es dueño de una empresa de remodelación de exteriores de viviendas, que cuenta con tres empleados.
A nivel federal, las reglas establecidas por la Administración del presidente Joe Biden para ICE llevaron a una marcada disminución de las deportaciones en 2021 respecto a 2020, y se espera que esa tendencia continúe en 2022.
Según datos oficiales, durante el año fiscal 2021 hubo unas 59.000 deportaciones, el número más bajo registrado y muy inferior a las 175.000 de 2004.
Además, ya no se realizan redadas masivas en lugares de trabajo -estrategia muy usada por ICE en el pasado-, y los arrestos se enfocan en delincuentes y en quienes representan una amenaza para la sociedad.
Pero todos esos elementos positivos de nada hubieran servido si el caso de la pareja mexicana hubiese sido uno de los tantos que languidecen en las cortes de inmigración.
Según datos de la Asociación de Abogados de Inmigración de Estados Unidos (AILA), actualmente hay 1,3 millones de casos “urgentes” o con “retrasos severos” (más de cuatro años) que aguardan una respuesta de esas cortes.
Y el número de casos no resueltos a tiempo por el Servició de Ciudadanía e Inmigración (USCIS) creció de 5,7 millones en 2019 a 9,5 millones este año, según datos del Instituto de Políticas Migratorias (MPI).
En contra de esas estadísticas y de su experiencia anterior (sus audiencias judiciales fueron postergadas una y otra vez durante años), Bautista y López se presentaron ante un juez de inmigración el 29 de enero de 2020, y el 1 de septiembre pasado recibieron la noticia de que su deportación había sido cancelada.
“Si te van a deportar o buscas asilo, llama a una organización que defienda a los inmigrantes. El respaldo de la comunidad te está esperando. Yo escuché de la línea directa (de CIRC) en la radio y decidí llamar porque quería que alguien me escuchara. Luego me encontré con docenas de otras personas que habían sido tratadas injustamente”, dijo López la semana pasada en una celebración comunitaria por la anulación de su deportación.
Como resultado de ese llamado y del encuentro con otras familias, López se enfoca en “detener un sistema que traumatiza a familias como las mía, para que otras familias no pasen por este dolor”.
En 2014, acompañada por su hijo mayor, Kolby, López testificó personalmente en el Congreso de Estados Unidos en favor de recortar el presupuesto de ICE.
“Dios me había prometido que todo saldría bien. Dios siempre ayuda a los niños”, expresó en la celebración.
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