Washington, 6 feb (EFE).- Los republicanos del Congreso están dispuestos a negociar un “aumento responsable” del techo de deuda, aseguró este lunes el líder de la mayoría en la Cámara Baja, Kevin McCarthy.
“Lo que los estadounidenses quieren y por lo que estamos luchando los republicanos es un aumento responsable del techo de deuda que nos lleve a una economía en mejor estado”, señaló McCarthy en víspera del discurso del estado de la Unión, donde el presidente, Joe Biden, se dirigirá al Congreso.
El líder republicano y Biden sostuvieron un encuentro la semana pasada en la Casa Blanca, en lo que fue un primer acercamiento para discutir las diferentes perspectivas sobre la deuda nacional.
Los conservadores ostentan ahora el control de la Cámara Baja tras lograr la mayoría en las elecciones de medio mandato de noviembre y quieren aprovechar ese cambio de tornas para forzar concesiones por parte de la Administración de Biden.
McCarthy aseguró hoy que está dispuesto a seguir negociando y pidió al Gobierno de Biden mayor flexibilidad en las conversaciones.
“Necesitamos un acercamiento distinto, sin poner condiciones (…) y sin juegos políticos”, subrayó el legislador republicano.
McCarthy aclaró además que su partido no contempla pedir recortes a la seguridad social o a las prestaciones sanitarias como monedas de cambio para aprobar un aumento al límite de deuda.
Se espera que Biden tienda una mano a los republicanos en su discurso del estado de la Unión este martes, informó hoy su principal asesor económico, Brian Deese.
Biden mostrará su “deseo de mantener una conversación realmente seria” con los conservadores sobre las prioridades fiscales y económicas del país, señaló el funcionario.
El límite de deuda en la actualidad es de 31,4 billones de dólares y se alcanzó el pasado 19 de enero. El Departamento del Tesoro ha recurrido a medidas extraordinarias para pagar las cuentas, pero esas herramientas financieras especiales solo se extienden hasta el próximo 5 de junio, de ahí la urgencia de un acuerdo.
El techo de deuda es la cantidad total de dinero que el Gobierno está autorizado a pedir prestado para cumplir con sus obligaciones legales existentes y poder pagar los beneficios del Seguro Social y Medicare, los salarios militares, los intereses sobre la deuda nacional, las devoluciones de impuestos y otros pagos.
El Ejecutivo estadounidense solo puede emitir deuda hasta el límite establecido por el Congreso, que tiene el poder de suspender ese tope según crea conveniente.