Boston (EE.UU.), 12 jul (EFE).- El nadador estadounidense Nathan Adrian, con cinco oros olímpicos, fue una de las figuras de los Juegos Panamericanos de Lima en 2019 tras superar un cáncer de testículos que le había sido diagnosticado meses antes.
Esa enfermedad no impidió que Adrian brillara en la piscina en Lima con sendos oros en relevos 4×100 mixto libre y masculino combinado, así como tres platas en relevos 4×100 masculino libre y en 50 y 100 metros del mismo estilo.
Cuatro años después, a exactos 100 días del 20 de octubre, primera jornada de Santiago 2023, la vida del hijo de una enfermera escolar procedente de Hong Kong y de un ingeniero nuclear de Indiana, sigue ligada a la natación.
Adrian nació en 1988 en Brementon (Washington) y, gracias a la influencia de sus hermanos -también nadadores con los que empezó a tomar clases cuando solo tenía dos años-, se especializó en estilo libre.
Promulgando siempre la importancia del ánimo de los compañeros de equipo apoyando al momento de tirarse a la piscina, participó en tres Juegos Olímpicos, en los que conquistó ocho medallas, cinco de ellas de oro.
En Pekín 2008, con 19 años, consiguió el oro en 4×100 libres; en Londres 2012 se hizo con dos medallas doradas (100 metros libres y 4×100 estilos) y una de plata (4×100 libres); y en Río de Janeiro 2016 acaparó cuatro metales (dos de oro, en 4×100 metros libre y 4×100 metros estilos; y dos de bronce, en 50 y 100 metros libres).
Graduado por la prestigiosa Universidad de Berkeley de California en salud pública, Adrian atesora además catorce medallas en Mundiales, además de tres en Mundiales de piscina corta y nueve en los Pan-Pacífico.
REVÉS SUPERADO
En diciembre de 2018, recién casado con su novia de mucho tiempo, Hallie Ivester, le diagnosticaron cáncer de testículos y no tardó en anunciarlo en enero de 2019 mostrando su determinación a superarlo inspirado por atletas como Eric Shanteau o Lance Armstrong, quienes se pusieron en contacto con él para apoyarlo en su momento.
El nadador devolvió el respaldo con su demostrado compromiso en concienciar sobre la necesidad de someterse a exámenes para detectar esa enfermedad que afecta sobre todo a hombres de entre 15 y 35 años.
Aunque no tuvo que recibir tratamiento de quimioterapia, Adrian pudo superar el cáncer tras dos intervenciones quirúrgicas que lo mantuvieron fuera de la piscina unos meses, lo que no le impidió participar en el Mundial de 2019, para conseguir dos medallas en relevos, y después en los Panamericanos de Lima.
No obstante, posteriormente no logró clasificarse para Tokio 2020, que habría sido su cuarta cita olímpica.
Además de promocionar artículos de nutrición para deportistas y de protección para la piel para nadadores al aire libre, Adrian es copropietario del club de natación AC Swim Club en San Francisco, plataforma desde la cual comparte su pasión por la natación.
Muchas de sus horas las dedica ahora a enseñar a nadar y a competir a los niños de la zona.
Iñaki Estívaliz