Washington, 23 ene (EFE).- La farmacéutica Purdue Pharma y los miembros de la poderosa familia Sackler, dueña de la compañía, acordaron este jueves pagar hasta 7.400 millones de dólares para resolver los miles de demandas que los acusan de crear un crisis de adicción a los opioides en Estados Unidos.
El nuevo pacto representa un aumento de más de 1.400 millones frente al anterior, que fue anulado en junio del año pasado por el Tribunal Supremo estadounidense.
Purdue Pharma se declaró en quiebra en 2019 para hacer frente a las demandas por los estragos producidos por la prescripción descontrolada del opiáceo OxyContin, origen de una epidemia de adicciones que persiste como una de las grandes crisis sanitarias del país.
El opiáceo llegó al mercado estadounidense en 1996 y el fabricante implementó una intensa campaña de comercialización que incluía persuadir a los médicos para que prescribieran este fármaco sin alertar adecuadamente sobre sus riesgos.
El acuerdo, que aún debe obtener el visto bueno de las cortes, entregará fondos a los estados participantes, gobiernos locales, víctimas y otros que previamente han demandado a los Sackler o Purdue Pharma.
Una cantidad significativa de los fondos del acuerdo se distribuirá en los primeros tres años: 1.500 millones de dólares se entregarán en el primer pago, seguidos de 500 millones después de un año, 500 millones adicionales después de dos años y 400 millones después de tres años, según informó en un comunicado la oficina del fiscal general de Connecticut, uno de los estados demandantes.
“Esta historia trata de una familia de multimillonarios crueles que creían estar por encima de la ley y fueron perseguidos por estados que nunca se echaron atrás”, indicó el fiscal William Tong en el escrito.
“Nunca habrá suficiente justicia ni dólares para restaurar a esas familias o reparar este terrible error”, añadió.