Tijuana (México), 19 ago (EFE).- Manifestaciones, reclamos y acusaciones de “demagogia” enmarcaron este viernes la visita a la frontera de México y Estados Unidos del presidente, Andrés Manuel López Obrador, quien minimizó los atentados del crimen organizado de la semana pasada que han iniciado un debate sobre “narcoterrorismo”.
En diversas protestas, activistas y académicos de Baja California denunciaron que el discurso del mandatario sobre los hechos de violencia, en los que hubo incendios y bloqueo de vialidades, es “demagogo” y “nada apegado a la realidad”.
Víctor Clark Alfaro, antropólogo especialista en crimen organizado y académico en la Universidad Estatal de San Diego, dijo a medios que salir a decir que los actos terroristas son “propaganda de grupos criminales y de sus adversarios”, como lo mencionó el presidente, es “un discurso maniqueo”.
“Me parece un discurso demagógico el del presidente de la República, el decir que esto es prácticamente una campaña de sus enemigos los conservadores junto con los cárteles, la verdad que son discursos maniqueos que pretenden estar o están totalmente fuera de la realidad”, dijo.
El especialista recalcó que él no comparte los dichos del presidente, pues considera que “esto es un asunto de seguridad pública, es un asunto en el que están en juego intereses económicos vinculados a los cárteles que se comparten con jefes de distritos de la policía municipal en diferentes delegaciones y con otras autoridades a más altos niveles”.
Clark Alfaro refirió que la lógica de ir a quemar vehículos, como sucedió durante el fin de semana pasado en Baja California, tiene como antecedente y precedente el llamado “culiacanazo”, episodio de octubre de 2019 en el que el Gobierno se vio obligado a liberar a Ovidio Guzmán, uno de los líderes del Cartel de Sinaloa.
“Sobre todo porque le dio más armas a los cárteles porque probaron que ese tipo de estrategias de carácter terrorista les funciona”, expresó.
DENUNCIA “CAMPAÑA” EN CONTRA
Pese a las críticas, el presidente López Obrador insistió en su rueda de prensa matutina en la ciudad que los actos del crimen organizado no son terroristas, sino con fines de “propaganda”, porque existe una “campaña en su contra” de sus “adversarios”.
“Hacen escándalo nacional, propaganda también en los medios hasta en el extranjero se enteraron, en Estados Unidos”, expresó en su rueda de prensa diaria.
El mandatario señaló el decremento de los homicidios tras presentar un informe de seguridad que mostró una caída interanual de 6,33 % de los homicidios dolosos en julio, aunque se consolidó como el segundo mes más violento en lo que va de 2022 con 2.679 asesinatos.
NO HUBO REACCIÓN OPORTUNA
Carlos Atilano Peña, coordinador del Consejo de Organizaciones Ciudadanas Independientes (COCI), también expresó a medios que la reacción de las autoridades “no fue oportuna ni inteligente”, pues la situación llevó a que la ciudadanía se replegara en sus hogares teniendo pérdidas económicas y laborales.
Respecto a si fueron actos narcoterroristas, refirió que las autoridades deben esclarecer esa situación porque hay diversas versiones entre funcionarios.
“Debe haber un esclarecimiento de los hechos porque hay unas versiones encontradas, desde el Secretario de Gobierno que dijo que no había pasado nada y que no hubo terrorismo, a las del Fiscal de Baja California, que dijo que iba a haber consignaciones por terrorismo”, recalcó.
Al igual que el académico, resaltó que entre la ciudadanía hay un descontento por los eventos del viernes pasado y para él es claro que los hechos violentos se trataron de “un desafío a la autoridad y un agravio para la ciudadanía”.
“La reacción fue terrible y eso viene a crispar más la crisis de inseguridad que estamos viviendo. Lo que queremos son políticas ciertas y consensuadas con la sociedad y no políticas fallidas de abrazos no balazos, que han venido impulsando la impunidad por la permisión que se le da al crimen organizado”, dijo.
ORGANIZACIONES PIDEN SEGURIDAD
Integrantes de las organizaciones de la sociedad civil que asistieron este viernes a la conferencia de Tijuana, compartieron para Efe que su preocupación sobre la violencia persiste y que el mandatario debería prestar más atención a la realidad del estado.
Es el caso de Irma Leyva Sosa, integrante del grupo Madres Unidas y Fuertes de Mexicali, quien argumentó que “López Obrador no tiene que abrir la boca si no sabe en qué condiciones estamos aquí, todos sabemos que es un buen presidente, pero le dejan mucho qué desear su gente”.
Melchor Campoy Moreno, presidente de la Unión de Pescadores de Ensenada, dijo a Efe que le resulta “preocupante” la inseguridad.
“Necesitamos que el Gobierno incluya al ciudadano para que pueda salir adelante, pero nosotros consideramos que hay mucha gente metida ahí (en el crimen organizado) que es del mismo gobierno, por eso es que el presidente está tratando de enderezar las cosas pero es complicado solucionarlo”, puntualizó.