Los Ángeles, 12 abr (EFE).- Decenas de defensores de los derechos humanos protestaron este miércoles frente al Capitolio de Texas contra dos propuestas de ley que, según los activistas, “criminalizan a los inmigrantes” y son inconstitucionales, por lo que pidieron a los legisladores rechazar las iniciativas.
La Cámara de Representantes de Texas comenzó a evaluar las propuestas HB20 y la HB7, presentadas por legisladores republicanos. Ambas lidian directamente con la inmigración.
La HB20 crearía una unidad estatal de personas facultadas para “repeler” y arrestar a los migrantes que cruzan la frontera desde México de forma indocumentada. También aumentaría las sanciones penales y las multas, que llegarían hasta 10.000 dólares, contra los migrantes detenidos en el estado.
Una de las mayores críticas a esta propuesta es que la unidad estaría compuesta por “ciudadanos respetuosos de la ley” sin que se les exija tener experiencia policial. lo que aumenta la tensión sobre los vigilantes armados que se enfrentan a los migrantes en la frontera.
También daría a los miembros de la unidad ciertas protecciones contra demandas.
“A estos justicieros se les otorgaría inmunidad penal y civil contra denuncias de irregularidades”, advirtieron en un comunicado los activistas de más de dos docenas de organizaciones texanas que acudieron hoy a la protesta en Austin.
Por su parte, el proyecto HB7 crearía un sistema judicial paralelo para juzgar a los migrantes y contrabandistas detenidos por las patrullas estatales. También propone recaudar fondos públicos y privados para sostener financieramente estas cortes y continuar construyendo una barrera a lo largo de la frontera de Texas con México.
Alicia Torres, vocera de la organización ICE Fuera de Austin, aseguró hoy en una rueda de prensa que las dos propuestas “criminalizan a los inmigrantes”.
“Nosotros como texanos estamos aquí para decir que no nos vamos a dejar, que este es nuestro hogar y vamos a luchar, y esto empieza hoy exigiendo a nuestros representantes que voten no a la HB7 y la HB20”, agregó al activista.
A la protesta se unieron varios demócratas miembros de la Cámara de Representantes de Texas que criticaron las iniciativas.
“Esta legislación nos va a forzar a vivir en miedo, y cuando vivimos en miedo perdemos de vista a los verdaderos enemigos: la pobreza y la enfermedad”, dijo la legisladora demócrata Victoria Neave Criado.
Por su parte el representante estatal Gene Wo cargó contra las dos medidas y subrayó que las propuestas van contra el espíritu de democracia de EE.UU.
María Cordero, una residente de la frontera sur de Texas, presentó su testimonio en nombre de varias organizaciones regionales. “La Legislatura no debería de crear otra agencia para contratar individuos civiles sin experiencia, sin capacitación apropiada, y además otorgarles inmunidad legal, porque esto garantiza violaciones civiles y constitucionales no solo hacia los residentes fronterizos sino a todos los que vivimos en Texas y que lucimos diferentes”.
Se espera que los proyectos de ley sean aprobados por la Legislatura controlada por los republicanos.
La aprobación de las medidas pondría a prueba los límites que los estados tienen para hacer cumplir las normas de inmigración, que la Constitución de EE.UU. asigna al Gobierno federal, y desataría otra batalla de Texas, estado gobernado por el republicano Greg Abbott, contra la Administración del presidente Joe Biden.
El fiscal general del estado, Ken Paxton, ha dicho que defenderá las iniciativas de ser aprobadas e impugnadas ante la Corte Suprema de Justicia de EE.UU., actualmente de mayoría conservadora.
El Senado de Texas también evalúa legislaciones relacionadas con la inmigración. Actualmente hay un proyecto que convertiría en delito estatal el cruce de indocumentados por la frontera de Texas, que propone penas de uno o dos años si una persona intenta ingresar al país por segunda vez.
La iniciativa también castigaría a la persona con cadena perpetua si hubiera sido condenada previamente por un delito grave.