Washington, 7 feb (EFE).- El presidente de la Reserva Federal estadounidense, Jerome Powell, insistió este martes en que será necesario seguir elevando los tipos de interés durante un tiempo ya que el proceso de “desinflación” solo acaba de comenzar y “tiene un largo camino a seguir”.
“Pensamos que necesitaremos aumentar más las tasas, como dijimos, y creemos que necesitaremos mantener la política en un nivel restrictivo durante un período de tiempo”, un tiempo que no será “suave” sino que “probablemente será accidentado”, apuntó en una charla en el Club Económico de Washington.
El presidente del regulador recordó que el objetivo de la Fed es devolver la inflación al 2 % y que esto no será inmediato. Aunque la Fed espera que 2023 “sea un año de caídas significativas”, señaló Powell, “tomará, no solo este año, sino el próximo año, en bajar cerca del 2%”.
Así, insistió, “tendremos que hacer más aumentos de tasas y luego tendremos que mirar alrededor y ver si hemos hecho lo suficiente”.
Powell hizo estas declaraciones una semana después de que la Reserva Federal anunciara el octavo aumento consecutivo de tipos de interés, de un cuarto de punto, que confirmó una ralentización en las subidas.
Con este alza, menor que las subidas previas, los tipos se situaron en una horquilla del 4,5 % y el 4,75 %, la cifra más alta desde septiembre de 2007.
Desde que alcanzó su pico en junio (9,1 %), la inflación en Estados Unidos se ha relajado hasta el 6,5 % y en diciembre bajó por sexto mes consecutivo, un dato que según los analistas es señal de que las subidas de tipos están comenzando a hacer efecto en la economía estadounidense.
Sin embargo, el mercado laboral continúa fuerte, como demuestran los datos de enero. Se crearon más de medio millón de puestos de trabajo, algo “que nadie esperaba”, reconoció Powell y que pone en entredicho las teorías económicas tradicionales que dicen que las subidas de tipos afectan fuertemente al mercado laboral de un país.
“Si miras la historia hay un cierto debilitamiento del mercado laboral (cuando se suben los tipos) y eso sigue siendo posible, pero este ciclo es diferente de otros ciclos”, apuntó, principalmente por el fin de la pandemia.
Ahora, explicó el presidente del regulador, si se observa la oferta de trabajadores frente a la demanda de trabajadores, la demanda es 5 millones mayor que la oferta disponible.
“Este no era el caso antes de la pandemia, que ha dejado una marca significativa y duradera en la fuerza laboral de los Estados Unidos”, apuntó.
En su opinión, aunque para bajar la inflación la economía se tendrá que relajar, no es malo que el mercado laboral siga fuerte. “El mercado laboral es fuerte porque la economía es fuerte. Y como mencioné, es bueno que hayamos podido ver los inicios de la desinflación sin ver debilitarse el mercado laboral”, dijo.
El pasado 26 de enero se conoció que la economía de Estados Unidos creció el 2,1 % en 2022, según el primer cálculo sobre el Producto Interior Bruto anual calculado por la Oficina de Análisis Económico (BEA, en inglés).
Según esta estadística, el PIB estadounidense aumentó el 0,7 % con respecto al trimestre anterior, lo que supondría un ritmo anual de crecimiento del 2,9 %.
Para este 2023 se espera que la economía se modere. Según las últimas estimaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI), Estados Unidos crecerá el 1,4 % en 2023 y solo el 1 % en 2024.
Todo ello en un contexto marcado por la incertidumbre por la guerra de Ucrania y en espera de que las subidas de tipos de interés, que también están llevando a cabo otros bancos centrales, tengan efectos colaterales más allá de la bajada de la inflación.
Para tratar de poner coto a la inflación, la Fed inició en marzo de 2022 una serie de subidas de tipos con un tímido 0,25 %. En mayo elevó los tipos medio punto y en junio ya comenzó una racha de aumentos de 75 enteros, antes de volver a reducir la subida y aumentar el 0,5 % el pasado mes de diciembre.