Washington, 5 may (EFE).- El Tribunal Supremo estadounidense decidió este viernes suspender la ejecución de un preso condenado a muerte cuya aplicación de la sentencia ha sido pospuesta en nueve ocasiones.
Tras 26 años entre rejas, Richard Glossip, acusado de tramar el asesinato de su jefe en un motel de Oklahoma, iba a ser ejecutado el próximo 18 de mayo.
Ante la inminencia de la ejecución, la defensa del reo, con el apoyo del fiscal general de Oklahoma, Gentner Drummond, habían solicitado por la vía urgente al Supremo del país que revisara el caso. Para Drummond, la condena “es un grave error judicial y ejecutarlo sería una parodia impensable e irreversible”.
Así, la máxima instancia judicial de EE.UU. ha decidido suspender la aplicación de la sentencia de muerte a la espera de decidir si aceptan estudiar este caso.
Los letrados del hombre, que ha tenido nueve fechas de ejecución y ha llegado a tomar tres últimas comidas, argumentan que su condena debería anularse por la posible invalidez de un testimonio clave, el del hombre que llevó a cabo el asesinato en 1997, Justin Sneed.
Este testificó que Glossip lo había contratado para matar al dueño del motel, Barry Van Treese, pero posteriormente se conoció que los fiscales ocultaron datos como que había sido tratado de una afección psiquiátrica grave. Estos datos se conocieron tras una investigación independiente llevada a cabo por el fiscal Drummond.
A pesar del anuncio de Drummond de que creía que la condena de Glossip debería anularse debido a violaciones del debido proceso, un tribunal de apelaciones de Oklahoma confirmó la sentencia de muerte el mes pasado y la junta estatal de indultos y libertad condicional votó en contra de concederle el indulto.