Monterrey (México), 20 dic (EFE).- En medio de la desolación que viven migrantes en el norte de México, un grupo de centroamericanos auspiciados por la Casa del Migrante de Saltillo y otras organizaciones altruistas se unieron a la celebración de las posadas y concluyeron el acto con una cena navideña.
El evento se realizó, este martes, en Saltillo, estado de Coahuila (norte de México) y participaron por lo menos unas 200 personas.
“Esta es una actividad que el padre Pedro Pantoja (ya fallecido en 2020) inició hace varios años y le dio el nombre de ‘Posada Sin Fronteras’”, compartió José Luis Manzo, coordinador de atención humanitaria en la Casa del Migrante Saltillo.
Dijo que, si bien sirve para celebrar los nueve meses de gestación de la Virgen María, al mismo tiempo es un ejercicio de denuncia por las violaciones a los derechos humanos y delitos cometidos en contra de las personas migrantes.
Añadió que se trata de un evento que estima las dos vías: la celebración religiosa y el acto de denuncia.
Indicó que con este evento se da continuidad a una parte del legado que el padre Pantoja dejó en su lucha en favor de los migrantes.
“El padre Pedro Pantoja Arreola, diocesano, falleció el 18 de diciembre del 2020 por complicaciones de la covid-19”, recordó.
Mencionó que él (el padre Pantoja) siempre buscó visibilizar la problemática de los migrantes y apoyar el pleno respeto a sus derechos humanos.
“Enmarcó el evento en el Día Internacional de los Derechos Humanos, el 10 de diciembre, y Día Internacional de las Migraciones que fue el domingo pasado, diciembre 18”, mencionó Manzano.
Indicó que por eso la posada de los migrantes va encaminada mucho en esa línea de exigencia de justicia y un trato mejor.
“Este año acompañamos la posada con los cuatro verbos que el Papa Francisco anunció en su mensaje para las migraciones del 2022 o por la Jornada Mundial de las Migraciones del 2022, que son: acoger, acompañar, promover, integrar”, abundó.
La “Posada Sin Fronteras” incluyó un breve recorrido por calles aledañas al albergue, en representación del andar de los peregrinos, como en la tradición católica, y posteriormente se realizó una cena.
En su trayecto entonaron la petición de posada en el tono tradicional mexicano, pero con una letra reescrita por el propio padre Pantoja.
“Justo él quería que esto fuera una forma de sensibilizar a la ciudadanía y a través del canto de la posada, pues también manifestar lo que las personas migrantes viven”, detalló.
La posada se había suspendido durante 2020 y 2021 por la contingencia sanitaria de la covid-19, por lo que recién se está retomando esta tradición.
La cena fue donada por Casa Loyola y también participaron algunos colaboradores particulares que regalaron la piñata y los bolos.