Los Ángeles, 6 jul (EFE).- Agentes que respondieron al tiroteo en una escuela en Uvalde (Texas) perdieron al menos tres oportunidades de detener al tirador antes de que la tragedia culminara con la muerte de 19 niños y dos maestras, reveló hoy miércoles un informe de la Universidad Estatal de Texas. El informe, elaborado por el Centro Avanzado de Capacitación de Respuesta Rápida para el Cumplimiento de la Ley (ALERRT) analiza detalladamente los hechos del 24 de mayo en la Escuela Primaria Robb en Uvalde. El reporte de 26 páginas cita el caso de un agente de policía de Uvalde que estaba fuera de la escuela, aproximadamente un minuto antes de que el pistolero, Salvador Ramos, ingresara al plantel. El policía, que observó al sospechoso portando un rifle fuera de la entrada del pasillo oeste, le pidió permiso a su supervisor para disparar contra el sospechoso. Sin embargo, el supervisor no escuchó o respondió demasiado tarde haciendo que el agente, que estaba armado con un rifle, perdiera la oportunidad de neutralizar a Ramos. El informe también explica que uno de los oficiales de la policía del Distrito Escolar de Uvalde que respondieron a la emergencia ingresó a toda velocidad al estacionamiento sin darse cuenta de que el pistolero estaba en la misma área. El reporte advierte que el policía escolar podría haber visto al sospechoso si hubiera conducido más despacio o estacionado su automóvil en el borde de la propiedad de la escuela y se hubiera acercado a pie. El análisis también muestra que los oficiales presentes “perdieron impulso” cuando el atacante disparó en su contra, lo que los hizo esperar a que llegaran más agentes. “Idealmente, los oficiales habrían respondido el fuego cuando el atacante comenzó a dispararles”, dice el informe. “Mantener la posición o incluso avanzar hacia un mejor lugar para devolver el fuego con precisión sin duda habría sido peligroso, y habría existido una alta probabilidad de que algunos oficiales recibieran disparos o incluso murieran. Sin embargo, es probable que los oficiales también hubieran podido detener al atacante y luego concentrarse en brindar atención médica inmediata a los heridos”, resalta. El documento también advierte que los oficiales podrían haber intentado entrar a través de otros métodos, como romper ventanas o paneles de yeso. El informe también detalla información que contradice las primeras versiones del jefe de la policía escolar de Uvalde, Pete Arredondo, que fue suspendido de su cargo la semana pasada.