Miami, 24 may (EFE).- Los abogados de Duane Eugene Owen, un hombre condenado a muerte en Florida, apelaron este miércoles a la Corte Suprema del estado para que suspenda su ejecución, prevista para el 15 de junio, con el fin de abordar “importantes cuestiones” que atañen a sus derechos constitucionales.
La apelación, de la que informó la Corte Suprema, sigue a la decisión del gobernador de Florida, Ron DeSantis, de suspender temporalmente la orden de ejecución que firmó el 9 de mayo para que Owen fuera sometido a un examen psiquiátrico, lo que supuestamente se llevó a cabo este martes.
DeSantis estableció en el decreto de suspensión temporal de la orden de ejecución que si se llega a determinar que Owen tiene la capacidad mental para comprender la pena de muerte y el porqué se aplica en su caso, se procederá según lo programado.
Ahora la defensa de Owen, que fue condenado por los asesinatos de dos mujeres en 1984, reclama que se suspenda la ejecución hasta que las “importantes cuestiones constitucionales” que rodean su caso sean abordadas en su totalidad por la Corte Suprema sin “las restricciones de una orden judicial”.
Los abogados mencionan “daños cerebrales y demencia” y “denegación del debido proceso”, entre otras razones para suspender la ejecución.
“La suspensión de la ejecución es procedente ‘cuando hay motivos sustanciales sobre los cuales se podría otorgar reparación'”, dice la apelación citando un antecedente jurídico de 2014.
Pero además los abogados alegan que necesitan más tiempo para exponer “los asuntos meritorios presentados” para dejar en suspenso la ejecución.
Una suspensión de la ejecución garantizaría que a Owen no se le niegue el debido proceso, subrayan.
El canal 5 WPTV-News señala que según el informe de un neuropsicólogo proporcionado por los abogados Owen cree ser una mujer en el cuerpo de un hombre.
Owen fue declarado culpable de asesinar a Karen Slattery, una estudiante de primer año de secundaria de 14 años, y a Georgianna Worden, madre de dos hijos, en dos hechos separados ocurridos en el condado Palm Beach en el año 1984.
Owen fue arrestado ese mismo año y confesó los crímenes. Más tarde fue declarado culpable de asesinato en primer grado y agresión sexual con un arma mortal por ambos delitos y condenado a muerte.
Si Owen es finalmente ejecutado supondrá la cuarta ejecución del año en este estado y la sexta que firma el actual gobernador de Florida, que refleja un promedio inferior a la de sus predecesores, y la número 103 desde que 1976 se restableció la pena capital en este estado.
Actualmente hay casi 300 presos en el “corredor de la muerte” del estado, como se conoce el lugar donde permanecen los que van a ser ejecutados, según datos del Departamento de Correcciones (Prisiones) de Florida.
DeSantis firmó el pasado mes una medida aprobada en el Congreso estatal que reduce las exigencias para sentenciar a una persona a la pena de muerte y elimina el requisito de la unanimidad de los miembros del jurado para este veredicto.