Los Ángeles, 1 feb (EFE).- Las autoridades de Colorado no han podido determinar el motivo por el que un joven hispano, hallado muerto en un parque de Colorado en octubre pasado, había comprado armas y municiones para desatar un supuesto tiroteo masivo, dijo este jueves la Oficina del Sheriff del condado de Garfield.
Diego Barajas Medina, de 20 años, fue descubierto sin vida el pasado 28 de octubre dentro del baño para mujeres del Glenwood Caverns Adventure Park, un parque de diversiones en la cima de una montaña en la ciudad de Glenwood Springs, en el oeste de Colorado.
Según informó el alguacil, Barajas iba armado con una pistola y un rifle semiautomático, y con “gran cantidad” de municiones y algunos explosivos improvisados. Además, tenía un chaleco blindado y un casco que “aparenta ser” antibalas, y vestía un uniforme similar al de los equipos especiales de la policía local. También tenía en su poder artefactos explosivos.
Tras el hallazgo del cuerpo, el parque permaneció cerrado durante dos días mientras agentes locales y federales revisaban el lugar para asegurarse de que no hubiese explosivos escondidos.
En una pared junto al cuerpo del muchacho se encontró la inscripción “No soy un asesino. Solo quería entrar a las cuevas” (la principal atracción del parque).
El jefe del Departamento del Alguacil de Garfield, el alguacil Lou Vallario advirtió que dada la preparación y la cantidad de armas y municiones que tenía era muy probable que tuviera la intención de usarlas contra la comunidad, pero decidió no hacerlo.
Los detectives determinaron que el joven compró las armas de forma legal, según información citada por CBS. También había estado buscando información en internet sobre tiroteos.
Barajas, que vivía junto a su madre y hermano, estaba trabajando, tenía pensado asistir a un colegio comunitario este año, y nada en su pasado o en su presente revela intenciones de cometer una masacre. No tenía antecedentes criminales y ni siquiera había tenido una sola interacción con la policía.
El médico forense a cargo del caso dijo que el incidente fue catalogado como suicidio. No se encontraron drogas ni alcohol en su sistema.
En la actualización del caso, el Departamento del Alguacil de Garfield dijo que no se pudo descubrir la razón por la que Barajas compró el letal arsenal ni cuál fue el motivo por el que desistió de realizar el supuesto ataque armado.