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Miami, 21 jul (EFE).- El fallecido líder opositor cubano Oswaldo Payá, de cuya muerte se cumplen 10 años mañana, cuenta desde este jueves con una calle a su nombre en Miami (Florida) para honrar el legado de “un hombre que vivió y murió por el ideal de una Cuba libre”.
La palabra “asesinato” fue utilizada para referirse a la muerte de Payá por todos los oradores del acto que precedió a la colocación de la placa con la leyenda “Oswaldo Payá Sardiñas Way” en la avenida LeJeune, entre las calles 11 y 14 del noroeste de la ciudad de Miami.
Su hija, Rosa María Payá, dijo que su padre, fundador del Movimiento Cristiano Liberación y promotor del Proyecto Varela que buscaba celebrar un referéndum en la isla, fue asesinado por “un régimen que en su debilidad -dijo- no tiene más recursos que la violencia y el terror”.
La hija del fallecido dirigente opositor vinculó las protestas pacíficas antigubernamentales que estallaron en Cuba el 11 de julio de 2021 con el legado de su padre, quien, según dijo, “dedicó su vida al cambio” del sistema político comunista que impera en la isla desde 1959.
“El sistema no ha cambiado, pero el pueblo cubano sí”, dijo en referencia a las protestas, y aseguró, parafraseando a su padre, que la “noche no será eterna” y los cubanos vivirán su liberación.
La dedicación del nombre de Payá a una calle miamense fue una iniciativa de la Junta Municipal de Miami y autoridades de condado Miami-Dade que recibió el respaldo del Congreso de Florida.
Al acto de hoy asistieron, entre otros, la congresista republicana por Florida María Elvira Salazar; el alcalde de Miami, Francis Suárez, funcionarios municipales y condales y la familia del fallecido fundador del opositor Movimiento Cristiano Liberación y Promotor del Proyecto Varela, así como líderes de grupos del exilio.
También estuvo el padre de Harold Cepero, el joven activista que murió junto a Payá el 22 de julio de 2012 en lo que las autoridades cubanas consideran un accidente automovilístico.
El conductor del automóvil, el político conservador español Ángel Carromero, fue acusado por la justicia cubana de conducción temeraria y estuvo preso en Cuba, pero por un acuerdo entre Gobiernos no cumplió toda su condena en la isla.
“Para mi fueron unos mártires”, dijo a Efe Amílcar Cepero, padre de Harold y hoy residente en Misuri (EE.UU.), con lágrimas en los ojos.
La congresista Salazar entregó a la familia Payá, que estaba representada también por su viuda, Ofelia Acevedo, y uno de sus hijos varones, un reconocimiento del Congreso de EE.UU. al líder opositor.
Además se leyó durante el acto una misiva del senador de origen cubano Marco Rubio a la familia Paya.
PAYÁ: “EL HOMBRE QUE NUNCA CEDIÓ”
Los comisionados (“concejales) Rebeca Sosa, José “Pepe” Díaz y Manolo Reyes glosaron la figura de Payá, de quien destacaron que “nunca cedió” y revelaron que cuando en los años 90 le ofrecieron dejar Cuba en el llamado éxodo del Mariel dijo “no” para seguir luchando junto a su pueblo.
El alcalde de Miami, Francis Suárez, dijo que, a su juicio, Payá es el equivalente a un “santo” y “su milagro va a ser la liberación de Cuba”.
Con la representación del Centro Robert F. Kennedy, los Payá y los Cepero presentaron en 2021 una demanda contra el Estado cubano ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) por lo que consideran “crímenes de Estado”.
El español Carromero dijo ante la CIDH en diciembre pasado que durante todo el viaje estuvieron vigilados por vehículos de la “seguridad del estado” que los seguían y uno de ellos los sacó de la carretera con un golpe y eso ocasionó la colisión que causó la muerte de Payá y Cepero.
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