Los Ángeles, 8 mar (EFE).- La madre del niño Anthony Ávalos y su novio enfrentan la cadena perpetua, tras ser declarados culpables de la muerte y tortura del niño de 10 años, que murió en 2018 en un hospital de Los Ángeles.
Heather Barron y Kareem Leiva fueron hallados culpables este martes de cargos de la muerte del pequeño y tortura, así como de abuso a dos hermanos de Anthony.
La pareja había optado por presentar su caso a un juez, que evaluó las evidencias y alegatos, en lugar de un jurado.
El juez de la Corte Superior del condado de Los Ángeles, Sam Ohta, emitió el veredicto de culpabilidad después de pasar seis días revisando la evidencia.
La sentencia será dada el próximo mes, estableció el magistrado.
La pena máxima que enfrenta la pareja es de cadena perpetua sin libertad condicional, según la ley de California.
Anthony falleció el 21 de junio de 2018 después de haber sido hospitalizado a causa de una supuesta caída, pero las autoridades sospecharon de maltrato e iniciaron una investigación.
La autopsia mostró señales de abuso prolongado en todo el cuerpo del menor. Su piel estaba magullada y quemada de pies a cabeza. Barron y Leiva fueron detenidos en 2018 y han permanecido en la cárcel sin derecho a fianza.
Los fiscales lograron demostrar que Barron y Leiva torturaron a Anthony, lo golpearon y le negaron comida y agua hasta el punto en que estaba gravemente deshidratado y sus riñones habían dejado de funcionar por completo.
La pareja obligó a Anthony a arrodillarse sobre arroz seco crudo en un piso de concreto todos los días durante tanto tiempo que a menudo sangraba. Mientras estaba arrodillado, los acusados usaron una aspiradora para golpearlo repetidamente, detalló la Fiscalía.
Los fiscales contaron que durante dos semanas consecutivas en junio de 2018, Anthony fue sometido a abusos y torturas todos los días, lo que habría derivado en su muerte.
Barron y Leiva también obligaron a los menores que tenían bajo su custodia a pelear entre sí. En conjunto los dos acusados tienen 12 hijos, entre los que se cuentan hijos de otras relaciones.
El caso puso nuevamente la mirada sobre el Departamento de Servicios para Niños y Familias del Condado de Los Ángeles, que vigiló de 2013 a 2017 el bienestar de Anthony y recibió al menos 13 reportes de maestros, familiares y la policía sobre el posible maltrato que sufría el menor.
La tía de Anthony, Maria Barron, testificó en el juicio que denunció el abuso que sufría el pequeño al Departamento en 2015.
La muerte de Anthony despertó gran indignación en Los Ángeles por las similitudes con el caso de Gabriel Fernández, de 8 años, que murió en mayo de 2013 a causa de las torturas que recibió de su madre y el novio de esta.
El Departamento de Servicios para Niños y Familias también vigilaba el caso de Gabriel.
Pearl Fernández, madre de Gabriel, fue condenada a cadena perpetua tras declararse culpable. Isauro Aguirre, novio de la mujer, fue sentenciado a muerte por el asesinato del niño.