Washington, 3 abr (EFE).- Países de la alianza OPEP+ avisaron a Estados Unidos con antelación de sus planes para reducir la oferta de crudo, un anuncio inesperado que se produjo el domingo y que sorprendió a los mercados provocando un aumento de los precios del petróleo.
“Nos avisaron antes”, dijo John Kirby, uno de los portavoces de la Casa Blanca, en declaraciones a la prensa.
Kirby no detalló cuándo se produjo ese aviso y tampoco entró a valorar por qué la OPEP+ retirará del mercado 1,66 millones de barriles diarios (mbd) mediante recortes de varios de sus socios, una decisión que se confirmó este lunes durante una teleconferencia.
Según The Financial Times, que cita a fuentes familiarizadas con la decisión de Arabia Saudí, el reino se sentía irritado con unas declaraciones que hizo la semana pasada la secretaria de Energía de EE.UU., Jennifer Granholm, quien dijo que de momento no contemplaba reponer las reservas estratégicas de petróleo del país con el fin de ver si los precios bajaban y el coste podía ser menor.
Preguntado al respecto, Kirby rechazó comentarlo y dijo no saber por qué Arabia Saudí y los otros 22 miembros de OPEP+ han decidido reducir la oferta de crudo.
Además, restó importancia a cualquier tipo de tensión con Arabia Saudí e insistió en que el reino es un “socio estratégico” para Estados Unidos.
“No siempre vamos a estar de acuerdo con todo lo que hace o dice Arabia Saudí, igual que ellos no siempre van a estar de acuerdo con lo que nosotros hacemos o decimos, pero eso no quita que Arabia Saudí sea un socio estratégico”, manifestó.
En octubre de 2022, justo antes de las elecciones de medio mandato estadounidenses, la OPEP+ acordó un fuerte recorte de 2 mbd, una decisión que la Casa Blanca ya criticó y que hizo que muchos legisladores del Partido Demócrata pidieran limitar la venta de armamento al reino en represalia.
En todo caso, Kirby criticó la decisión tomada en las últimas horas por OPEP+, con Rusia y Arabia Saudí a la cabeza y que controla cerca del 40 % de la oferta mundial de crudo.
“Creemos que estos recortes no son recomendables en este momento dada la incertidumbre del mercado y lo hemos dejado claro”, aseveró Kirby, reiterando las críticas que ya hizo ayer domingo otro portavoz de la Casa Blanca.
Pese al descontento, el portavoz reconoció que EE.UU. no tiene “un sitio” en la mesa de la OPEP+, por lo que tiene un poder muy limitado para influir en las decisiones de la alianza petrolera.
Según Kirby, el Gobierno de Joe Biden no está tan enfocado en el número de barriles que haya en el mercado como en el precio para los consumidores de Estados Unidos, que el año pasado pagaron hasta cinco dólares de media por galón para poder usar sus vehículos.
El portavoz argumentó que EE.UU. está en una situación “diferente” a la del año pasado porque el precio medio del barril de petróleo está en 80 dólares el barril, en vez de los 110 ó 120 que se alcanzaron en 2022.
Los anteriores recortes de la OPEP+ obligaron a la Administración de Biden a liberar millones de barriles de petróleo de sus reservas estratégicas, que están localizadas en grandes cavernas subterráneas en la costa del Golfo de México.
Esas reservas fueron creadas en 1975 después del embargo árabe que elevó los precios y, desde entonces, se han usado para aumentar la oferta de petróleo durante guerras o desastres naturales.
Los niveles de esas reservas están en niveles muy bajos después de que el Gobierno acudiera a ellas el año pasado para rebajar los precios.