Miami, 5 ene (EFE).- Un buque de la Guardia Costera de Estados Unidos trasladó este jueves a los migrantes que quedaban en el Parque Nacional Dry Tortugas, 337 en total, hasta Cayo Hueso, en el extremo sur de Florida, el mismo día que el presidente, Joe Biden, alertó sobre la expulsión de migrantes que entren de manera irregular al país.
El Departamento de Seguridad Nacional de los EE.UU. informó en Twitter que los 337 inmigrantes trasladados desde Dry Tortuga, un remoto Parque Nacional situado en pleno Golfo de México y cuya isla cerró el pasado 2 de enero ante la llegada masiva de migrantes, no incluye a otro grupo de 90 trasladados previamente por la Guardia Costera.
UNA MASIVA LLEGADA DE INDOCUMENTADOS EN EMBARCACIONES
La masiva llegada de indocumentados en embarcaciones al sur de Florida está causando una crisis humanitaria que ha obligado a la autoridades a canalizar recursos para atender a por lo menos 690 que llegaron solo entre el viernes y el lunes pasados a los Cayos de Florida, según las autoridades federales.
A estos inmigrantes se suman unos 606 más que han sido interceptados en el mar por las autoridades migratorias, según cifras divulgadas por la Fuerza de Tarea de Seguridad Nacional del Sureste (HSTF-SE).
La llegada de 364 migrantes durante el fin de semana al Parque Nacional Dry Tortugas, obligó su cierre temporal en plena temporada de vacaciones para poder facilitar las labores de rescate de estas personas varadas en los islotes.
Los inmigrantes, en su mayoría cubanos y haitianos, han llegado en múltiples y precarias embarcaciones a varias islas del archipiélago de los Cayos de Florida, en el condado Monroe, en el extremo sur de Estados Unidos.
A los de Dry Tortugas se agregan otros 326 migrantes, según la HSTF-SE, una agencia del Departamento de Seguridad Nacional.
El alguacil del condado de Monroe, Rick Ramsay, dijo al canal Fox que siendo ellos una región rural están lidiando con una migración que considera masiva.
“Tengo que sacar recursos todo el día para responder a las llegadas”, se lamentó.
Al tiempo que continúa la llegada de balseros, las autoridades prosiguen con las repatriaciones e insisten en que la frontera no está abierta y que aquellos que sean interceptados serán devueltos a sus países.
“La frontera marítima del sureste no está abierta”, insistió el contralmirante Brendan C. McPherson, comandante del Séptimo Distrito de la Guardia Costera y director de HSTF-SE.
Señaló McPherson que les proporcionarán alimentos, agua y los primeros auxilios básicos antes de ser transferidos a los agentes federales migratorios en los Cayos de Florida.
Walter N. Slosar, jefe del Sector Miami de la Patrulla Fronteriza (CBP), dijo en un comunicado reciente que desde el 1 de octubre de 2022 este sector ha experimentado un incremento del 400 % de personas que llegan por mar y son detenidos al desembarcar.
En lo que va del presente año fiscal 2023, es decir desde el 1 de octubre pasado, la Guardia Costera ha interceptado en el mar a 3.839 cubanos, una significativa escalada de detenciones en comparación con los 838 interceptados en todo el año fiscal de 2021 y los 6.182 en 2022.
Según cifras suministradas por las autoridades estadounidenses, en el año fiscal 2020 fueron solo 49 los inmigrantes cubanos interceptados, y en 2018 el número llegó a 259, mientras que en 2017 y 2016 se interceptaron en el mar a 1.468 y 5.396 cubanos, respectivamente.
Por su parte, el presidente Biden aseguró este jueves que México ha aceptado admitir a 30.000 inmigrantes al mes de Venezuela, Cuba, Nicaragua y Haití que sean expulsados de territorio estadounidense por cruzar la frontera de forma irregular.
Este acuerdo forma parte del anuncio hecho este mismo jueves por el Gobierno estadounidense de incluir a los cubanos, nicaragüenses y haitianos en el programa migratorio aplicado hasta ahora a los venezolanos.
“Mi mensaje es este: Si usted está intentando salir de Cuba, Nicaragua o Haití, no se presente en la frontera. Quédese donde está y haga la solicitud de forma legal”, expresó Biden.