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Ciudad de México, 15 ago (EFE).- Parecía una película de acción: vehículos incendiados, bloqueos de avenidas, asesinatos, negocios en llamas, riña en un penal y personas aterrorizadas huyendo, pero fue realidad: una ola de violencia pasó por cuatro estados de México la semana pasada y, con ella, el crimen organizado busca generar terror.
Jalisco, Guanajuato, Chihuahua y Baja California, los dos últimos frontera con Estados Unidos, fueron azotados en días consecutivos entre martes a viernes pasados, con Ciudad Juárez (Chihuahua), con ataques a civiles, y Tijuana (Baja California), con decenas de autos incendiados, como las ciudades más azotadas.
“Esos estados sufrieron jornadas muy violentas y el modus operandi es: unidades de transporte público y vehículos incendiados, esto llevado a cabo por hombres armados y de manera simultánea en puntos estratégicos y lo que esto nos deja es que ya hay un tema de narcoterrorismo”, dijo este lunes a Efe la especialista en seguridad pública Eunice Rendón.
“Quieren aterrar a la ciudadanía, porque si bien los homicidios del pasado también generaban miedo no estaban necesariamente dirigidos para generar ese sentimiento, al menos no como ahora”, agregó.
En la mayoría de los incendios provocados, los testigos señalaron que los conductores fueron despojados de sus vehículos por personas armadas y bajo amenazas.
“‘Te bajas o te bajas’, me dijeron mientras me apuntaban con la pistola, no me dieron ‘chance’ de agarrar nada y cuando me bajé ya se estaba prendiendo. Llegaron dos compañeros y uno me prestó un extintor, las dos personas se subieron a un automóvil y se fueron, me dio miedo porque no sabía qué estaba pasando”, relató a Efe un conductor de una unidad de transporte público de Tijuana.
CIUDAD JUÁREZ, PUNTO CLAVE
Rendón recordó que en Ciudad Juárez la violencia detonó tras una riña entre pandillas en un penal que dejó dos muertos, y derivó en la quema de negocios y asesinatos de la población civil, entre ellos un niño, dos mujeres, seis hombres, incluyendo cuatro trabajadores de una estación de radio local.
“Este ataque directo hacia civiles es preocupante porque ya no fue una bala perdida, como se ha visto en otras ocasiones, sino que podríamos estar hablando de un narcoterrorismo”, expuso.
Dijo que esto es resultado de la fragmentación de diferentes carteles en Chihuahua y su pugna con el Cártel de Sinaloa.
Para Rendón, quien formó parte del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, esta ola de violencia “sí busca generar terror en la población” y deja ver que al Gobierno mexicano le falta fortalecer su estrategia de seguridad.
SEMANA TRASCENDENTAL
La violencia comenzó el martes por la noche en el municipio de Zapopan, Jalisco, donde el Ejército mexicano desactivó una reunión de líderes del Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG), quienes para evitar su detención se enfrentaron con los militares e incendiaron vehículos para bloquear las calles.
Las agresiones se extendieron a los municipios de Irapuato, Silao, Celaya, San Francisco del Rincón y León, en el vecino estado de Guanajuato, donde los criminales incendiaron tiendas y gasolineras.
La ola llegó el jueves a Ciudad Juárez y el viernes se extendió al estado de Baja California, donde autoridades adjudicaron el sábado al CJNG los hechos de la jornada violenta, que dejó un total de 28 vehículos incendiados en 5 de los 6municipios del estado y 17 presuntos criminales detenidos.
“Todo esto pasó en una coyuntura particular, cuando el presidente Andrés Manuel López Obrador anuncia que la Guardia Nacional se integrará definitivamente a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) en una militarización ya oficial de la seguridad”, comentó Rendón, experta en prevención del delito.
Pero el presidente López Obrador cuestionó este lunes que medios y analistas usen la palabra terrorismo, y argumentó que hubo 196 asesinatos a nivel nacional de viernes a domingo, uno de los fines de semana “con menos homicidios, aunque parezca increíble”.
“Decirle al pueblo de México que estén tranquilos, hay gobernabilidad, hay estabilidad, y al mismo tiempo hay un interés de nuestros adversarios, los conservadores, de magnificar las cosas. De hacer periodismo amarillista, sensacionalista”, afirmó.
LA FRONTERA, ZONA IMPORTANTE
Para el experto en seguridad fronteriza José María Ramos, no es casualidad que los hechos violentos en Tijuana hayan ocurrido “en un viernes por la noche en una ciudad de las más importantes de la frontera México-Estados Unidos, que tiene cerca de 80.000 cruces diarios, y los hechos se hayan cometido en vialidades concurridas”.
Dijo que tras los hechos se aprecia que “las capacidades de investigación, prevención e inteligencia” que deberían tener “los actores locales estatales han sido superadas indiscutiblemente”.
El también investigador de El Colegio de la Frontera Norte recordó que la violencia ha ido en aumento en las fronterizas Ciudad Juárez y Tijuana “y en lo que va del año ya tendrán cuando menos unos 1.800 homicidios dolosos”, según estimaciones.
Dijo que esos índices son “un indicador importante” y que si no se pueden reducir, “menos aún esta violencia, que es muy circunstancial, muy rápida y que genera una gran visibilidad”.
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