Miami, 17 sep (EFE).- El dramaturgo cubano-estadounidense Nilo Cruz, el primer latino en conseguir un Premio Pulitzer de Drama, está “sin aliento”: 20 años después del estreno, su obra “Anna in the Tropics” ha sido declarada “inapropiada” para los estudiantes de secundaria en Miami.
En una entrevista con Efe, Cruz, que estudió en las escuelas públicas de Miami, donde descubrió “la fuerza de la palabra” a través de Shakespeare, subrayó que a los actuales funcionarios de la Junta Escolar “parece que les importa más algunos momentos eróticos” de la pieza “que otras cosas”.
Por decisión de una comisión de lectura de la Junta Escolar de Miami-Dade, “Anna in the Tropics” quedó excluida de un programa de funciones gratuitas para estudiantes de secundaria que ofrece la compañía teatral Miami New Drama, a cargo del montaje que dirigirá el propio Cruz en 2023.
“Ver a esta gente comportándose como un comité de censura me recuerda al comunismo o al fascismo, me rompe el corazón”, dijo a Efe el venezolano Michel Hausmann, director de Miami New Drama.
Al manifestar su pesar por esa medida, Cruz recordó que la obra fue en su día censurada en Irán por plantear un “amor ilícito” y subrayó que, paradójicamente, forma parte de los programas de estudio de Miami y de otros lugares de Estados Unidos.
“Lo que más me alarmó fue cuando vi que habían subrayado un texto de Tolstoi que hay en mi obra; a raíz de eso sentí como un desaliento. ¿Quiénes son estos maestros que de buenas a primera tratan de silenciar no a mí, si no a uno de los gigantes de la literatura”, dijo Cruz a Efe.
¿CENSURA POR ORIENTACIÓN SEXUAL?
Medios locales han destacado en estos días que no parece casual que la desaprobación de la junta escolar se diera en los días en que la misma junta anuló una norma existente para reconocer octubre como el Mes de la Historia LGBTQ.
Además, en Florida está vigente desde este año la iniciativa del gobernador republicano Ron DeSantis una ley conocida popularmente como “No digas gay” que prohíbe hablar en las escuelas de identidad sexual a los niños de los primeros cursos de primaria y fija multas para los infractores.
“En algún momento se mencionó que esto ha sucedido por mi orientación sexual, pero el superintendente de las escuelas públicas (José L. Dotres) me llamó para disculparse con lo sucedido y para asegurarme que esto no tiene nada que ver con la decisión que ellos tomaron”, señala Cruz.
“Nunca me he identificado en mis obras como un escritor gay, mi curiosidad es por el comportamiento humano”, subraya.
“Ana in the Tropics” (Ana en los trópicos) se estrenó hace 20 años y en 2003 le valió a Cruz el Premio Pulitzer de Drama, un galardón que solo tienen otros dos hispanos: la puertorriqueña Quiara Alegría y al neoyorquino de origen puertorriqueño Lin-Manuel Miranda.
La historia sucede en una empresa privada de torcedores de tabaco (habanos) en Tampa, en el sur de Estados Unidos.
Mientras los torcedores trabajan escuchan la lectura de la novela “Ana Karenina”, del ruso León Tolstói.
UN “COMITÉ DE CENSURA” Y “UN DEJA VU”
El venezolano Haussman señala a Efe que esta “situación es un ‘deja vu'”.
“Están juzgando su arte, están agarrando frases y la sacan de contexto. Como líder de una institución, siento que es mi responsabilidad poner un parado a este oscuro capítulo de nuestra comunidad, y la mejor forma de poner un parado es tratar de prender la luz de lo que ellos están tratando de hacer a oscuras”, señaló el director escénico.
El Distrito Escolar de Miami-Dade comenzó hace 2 años a revisar los textos de las obras teatrales a las que asistirán los estudiantes de más de 14 años de enseñanza media a través del Programa Pasaporte Cultural.
Para “Anna in the Tropics”, los funcionarios recibieron el guion el 18 de agosto e informaron a Miami New Drama de su decisión el 8 de septiembre, según detalló Cruz.
Hausmann, que en 2016 creó Miami New Drama, un proyecto ahora “convertido en el teatro bilingüe más grande de Estados Unidos”, explica que no es la primera vez que obras de su colectivo son vetadas a los estudiantes.
Todo empezó, asegura, “hace dos años, cuando comenzamos a tener problemas con un comité de censura”, dice, y añade que tampoco aceptaron que los estudiantes vieran “The Cuban Vote”, una obra de la actriz y dramaturga cubana Carmen Peláez.
“Hace 20 años cuando se estrenó la obra hicieron tours de autobuses de escuelas públicas para que vieran la obra. Nadie se quejó del contenido. Ahora en lugar de haber avanzado 20 años retrocedimos 100”, lamentó.