David Villafranca
Nueva York, 8 mar (EFE).- Dos nominaciones al Óscar. Annette Bening y Jodie Foster como estrellas de una historia de superación. Un par de cineastas expertos en hazañas deportivas al límite y una gran atención por el detalle, empezando por el vestuario. Así es “Nyad”, una película sobre una odisea a nado desde Cuba a Estados Unidos que el domingo busca triunfar en la gran gala del cine.
El Paseo de la Fama de Hollywood en Los Ángeles ya tiene todo listo para los Óscar de este domingo, en los que “Oppenheimer” se postula como la gran favorita para llevarse la estatuilla a mejor película.
Pero entre las nominaciones también se ha colado este año una cinta muy deportiva: “Nyad”, una película basada en hechos reales sobre la odisea a nado de la estadounidense Diana Nyad desde Cuba hasta EE.UU. cuando tenía 64 años.
Annette Bening, en el papel de Nyad, y Jodie Foster, en el rol de su inseparable amiga Bonnie Stoll, encabezan el reparto de este título de Netflix y ambas son candidatas en los Óscar: la primera como mejor actriz y la segunda como mejor actriz de reparto.
Ninguna de ellas es favorita en su categoría. Emma Stone (“Poor Things”) y Lily Gladstone (“Killers of the Flower Moon”) son las aspirantes destacadas a mejor actriz y Da'Vine Joy Randolph (“The Holdovers”) parte como rival a batir en la categoría de reparto.
A Foster le queda el consuelo de que ya ha ganado dos Óscar en su carrera, pero para Bening esta es ya su quinta nominación y tampoco parece que vaya a acabar llevándose la que sería su primera estatuilla.
Al margen de eso, la película supuso un reto mayúsculo para Bening, que se volcó en la preparación física para recrear las proezas en el agua de una nadadora extraordinaria como Nyad.
“Todo el mundo hace esa pregunta: '¿Annette hizo de verdad toda la parte de nadar?' Y yo les digo: 'No había una doble. Nadó durante un año, se preparó y ahora es una nadadora'”, explicó Nyad en una mesa redonda organizada por Netflix.
La propia Bening reconoció en ese mismo evento que ella aceptó el proyecto porque el guion le pareció “increíble” y que solo después se dio cuenta del tremendo esfuerzo físico que le iba a suponer.
“¿Cómo de duro podría ser? Bueno, esa era mi ignorancia y hubo algunas lágrimas yo sola en la piscina (…). Sólo sentía pena por mí misma pensando qué había hecho. Pero tenía que resolverlo (…) y simplemente trabajé y trabajé”, dijo.
Condiciones extremas y atención al detalle
“Nyad” es la historia de la obsesión de Nyad por cruzar a nado las aguas que separan Cuba de EE.UU. También es el relato de una amistad a prueba de bombas entre Nyad y Stoll. Y además es un elogio de la persistencia y la constancia de la nadadora tras varios intentos fallidos, ante unas condiciones extremas (por el mar pero también por las criaturas que se cruzaban en su camino) y todo ello además en una edad ya avanzada.
El proyecto cayó en las manos de dos cineastas acostumbrados a trabajar en la naturaleza y en situaciones al límite: Jimmy Chin y Elizabeth Chai Vasarhelyi, un matrimonio que conquistó el Óscar al mejor documental por el impresionante “Free Solo” (2018).
Esa cinta relataba el absolutamente temerario intento de Alex Honnold de escalar el mítico El Capitán de Yosemite sin ningún tipo de cuerda o ayuda.
Con “Nyad”, estos dos directores se apartan del mundo del documental, se han tomado algunas licencias dramáticas y también han dejado de lado algunas controversias sobre las condiciones en que Nyad hizo aquella travesía.
Pero al margen de ello, la película sí trata de reflejar lo mejor posible algunos momentos fascinantes como la llegada a tierra firme de una Nyad exhausta. Para eso era necesario prestar atención a todo tipo de detalles, incluidos los bañadores de la marca TYR que la nadadora vestía durante sus aventuras.
“Hemos proporcionado a Diana bañadores, gafas y gorros durante muchos años en su viaje para alcanzar sus metas. Siempre ha sido una increíble embajadora de nuestra marca y estamos encantados de ver que su historia está siendo ahora compartida con el mundo”, explicó a EFE Kristen Pritchett, mánager sénior de relaciones públicas de TYR.
“El equipo de producción nos contactó cuando empezó el rodaje para proporcionar los bañadores, gafas y gorros que Diana de hecho llevaba y estuvimos encantados de apoyar al equipo de vestuario con estas piezas para hacer la película lo más factual posible”, agregó.
La propia Nyad se quedó sin palabras al ver a Bening con exactamente el bañador azul y negro que ella llevó cruzando de Cuba a EE.UU.
“Para mí fue muy significativo verte en ese bañador y cuando nadamos juntas en el set fue uno de los 'highlights' de toda mi vida”, le dijo a la actriz.
Nyad tuvo que nadar casi 180 kilómetros para cumplir su sueño y, con premio o no en los Óscar, su odisea tendrá al menos un pequeño hueco en la noche dorada de Hollywood.