Nueva York, 29 jun (EFE).- La fiscal general de Nueva York, Letitia James, ha presentado una denuncia contra diez empresas minoristas de armas en Estados Unidos a las que acusa de “avivar la crisis de violencia armada y poner en peligro a los neoyorquinos”. La denuncia sostiene que estas compañías “vendieron decenas de miles de marcos y armazones ilegales e inacabados a los neoyorquinos, que luego se convirtieron en pistolas sin número de serie e imposibles de rastrear, así como en armas de estilo asalto” que son conocidas en el país como “pistolas fantasma”. Según James, estas distribuidoras han violado varias leyes, entre ellas la ley de licencia de armas del estado de Nueva York, vendiendo armas a delincuentes y a otras personas sin revisar sus antecedentes. En concreto, la denuncia incluye a las compañías Brownells, Blackhawk Manufacturing Group, Salvo Technologies (80 P Builder o 80P Freedom), G.S. Performance, Indie Guns, Primary Arms, Arm or Ally, Rainier Arms, KM Tactical y Rock Slide USA. “No debería haber más inmunidad para los distribuidores de armas que causan daños y estragos en Nueva York. La demanda de hoy responsabiliza a 10 vendedores de armas por avivar la crisis de violencia armada y poner en peligro a los neoyorquinos. Las armas ilegales no pertenecen a nuestras calles ni a nuestras comunidades y utilizaremos todas las herramientas necesarias para erradicarlas”, dijo James en una conferencia. Junto a James, compareció el alcalde de Nueva York, Eric Adams, que también anunció la presentación de una demanda a nivel federal contra cinco de esas empresas que venden armas en línea: Arm or Ally, 80P Builder, Rockslide USA, Rainier Arms e Indie Guns. “No vamos a permitir que las empresas de armas conviertan la ciudad de Nueva York en una ciudad de asesinatos por correo”, dijo Adams en referencia al envío de armamento por partes a las direcciones postales. De acuerdo con la denuncia, los cinco minoristas, cuyas sedes están en los estados de Misuri, Washington, Florida y Carolina del Norte, “anunciaron y vendieron a través de sus páginas web marcos y kits de armas fantasma sin terminar a un investigador de la Oficina del Sheriff de la ciudad de Nueva York”. “Los componentes del arma se enviaron directamente a una dirección en la ciudad de Nueva York, en violación de las leyes del estado de Nueva York y de la ciudad de Nueva York que hacen que tales ventas sean ilegales. Estos componentes de armas se ensamblan fácilmente como armas mortales ilegales e imposibles de rastrear”, recoge la denuncia. Nueva York lleva meses intentando frenar el aumento rampante de los crímenes con armas de fuego, que comenzaron a dispararse tras el estallido de la pandemia de la covid-19 en 2020. Esta denuncia se produce una semana después de que el Tribunal Supremo de Estados Unidos tumbara una ley del estado de Nueva York que prohibía llevar armamento en público y que James calificó en su momento de “increíblemente decepcionante”.