Nueva York, 7 feb (EFE).- Las autoridades de Nueva York anunciaron este martes que en las últimas dos semanas han decomisado productos por valor de 4,1 millones de dólares en medio centenar de tiendas de cannabis que operaban sin licencia, y están tomando medidas para atajar la “proliferación” de estos negocios.
El fiscal de Manhattan, Alvin Bragg, y el alcalde de la ciudad, Eric Adams, informaron hoy de una redada contra estas tiendas en la Gran Manzana, la inmensa mayoría establecidas antes de la aprobación de la ley reguladora del cannabis y la entrega de las primeras licencias de venta, hasta ahora 66 en todo el estado.
Además del decomiso multimillonario, la policía de Nueva York se ha incautado de 20 camiones y autobuses que vedían cannabis también ilegalmente y que suelen verse sobre todo en la zona turística cercana a Times Square, pero también en barrios residenciales como el Upper West Side, según denunciaron los vecinos.
La fiscalía ha enviado cartas a unas 400 tiendas en Manhattan exigiendo a los arrendatarios echar a los negocios de cannabis sin licencia bajo la amenaza de desahucio, y no descarta impulsar “procesos criminales por evasión fiscal, blanqueo de dinero o venta de cannabis a menores”.
La policía calcula que hay más de 1.300 de estas tiendas en los cinco distritos de Nueva York, pero solo tiene licencia para marihuana recreativa una, llamada Housing Works, que forma parte de una ONG de ayuda a personas con VIH y sintecho y está situada en el barrio del East Village.
El fiscal y el alcalde destacaron que la ley del cannabis que entró en vigor a principios del año pasado, busca compensar a la comunidad negra, históricamente la más afectada por la criminalización de esta droga, a través de la entrega de licencias con criterios sociales y la redistribución de los impuestos.
En ese sentido, Adams señaló que no se busca volver a “métodos de castigo” en el mercado de la marihuana pero criticó que esas tiendas quitan clientes a las que sí operan legalmente, y advirtió de que los productos que venden pueden estar adulterados con fentanilo, un potente opiáceo