David Ramiro
Redacción deportes, 8 mar (EFE).- Noah Lyles es una estrella. En la pista porque sus éxitos lo corroboran con multitud de medallas, las dos últimas en los Mundiales de pista cubierta de Glasgow. Fuera de ellas, porque todo lo que hace y dice atrae hacía su figura la atención mediática. Ahora, además, ha firmado un contrato millonario con Adidas, el más alto para un atleta desde el que tuvo con Puma el jamaicano Usain Bolt, al que espera también emular en los Juegos Olímpicos con la triple corona de oros.
El velocista estadounidense, de 26 años, es el hombre más rápido del mundo. En los últimos Mundiales de atletismo al aire libre en Budapest (Hungría) en 2023 ganó el oro en los 100, los 200 y con el relevo 4×100 y en los próximos Juegos Olímpicos de París su objetivo es repetir el triplete. Eso como mínimo, porque aún no ha decidido si formará parte también del relevo largo de 4×400 con el objetivo de igualar la histórica gesta de los cuatros oros en unos mismos Juegos de Jesse Owens (Berlín 1936) y Carl Lewis (Los Ángeles 1984).
Con tres oros olímpicos a quién igualaría es a Usain Bolt, el rey de la velocidad mundial en las tres citas de Pekín 2008, Londres 2012 y Río de Janeiro 2016. De hecho, durante estos últimos tiempos, los ‘dardos’ hacía el atleta jamaicano han sido constantes a través de declaraciones en conferencias de prensa, opiniones en redes sociales y hasta a través de sus zapatillas, como cuando el pasado año inscribió en los laterales ‘World Record” y “19.10” en referencia al récord de 200 metros.
Hace unos días Global Athletics and Marketing, la agencia de Noah Lyles, anunció la firma con Adidas de su cliente “por el mayor contrato económico de un atleta desde la retirada de Usain Bolt”.
Su primera aparición pública tras la firma de ese millonario contrato fue en los Mundiales de pista cubierta de Glasgow, a los que Lyles acudió como una de las grandes estrellas. Las cámaras le hicieron un marcaje al detalle en la ciudad escocesa y él alimentó esa expectación con excentridades en su vestimenta, enseñando las uñas pintadas de rojo y negro o gestos de arrogancia.
Sobre ese contrato millonario no quiso decir nada, alimentando aún más la curiosidad de los interesados en su figura. “Desearía poder decir cuanto es. Alguien escribió en twitter que Bolt firmó un contrato de diez millones de dólares para 2017. En mi caso no miento, la cifra está muy cerca, pero ojalá pudiera decir cuanto es”.
“Lo que sí es cierto es que cuando firmé por primera vez con Adidas en 2016 junto con mi hermano Josephus, fue como un sueño hecho realidad para nosotros. Hoy es sólo una continuación de ese sueño de la infancia”, confiesa Lyles, un fervoroso admirador del mundo de la moda y el anime japonés.
De lo que no hay duda es de que la figura de Noah Lyles traspasa las fronteras más allá de la pista de atletismo. Tiene su propio canal de contenidos en YouTube con 107.000 suscriptores, trabaja con una agencia creativa que le ayuda y asesora con los contenidos y su imagen está asociada a multitud de marcas como Omega o Visa, además de ser protagonista de documentales como uno de Netflix de próximo estreno.