Miami, 9 jul (EFE).- Un grupo de nicaragüenses pidieron este sábado al congresista por Florida Charlie Crist que interceda para “redesignar” un alivio migratorio que en la actualidad protege a los inmigrantes oriundos de ese país, y así proteger a los que “huyen de Nicaragua por el régimen de Ortega-Murillo”. En un encuentro celebrado en Miami (EEUU), el legislador oyó los testimonios de inmigrantes nicaragüenses que en los últimos meses se han instalado en el sur de Florida, y quienes relataron las dificultades que sufren ante las agencias migratorias estadounidenses para regularizar su situación a través del asilo político. Ante ello, los inmigrantes señalaron que es mejor ampliar los alcances del Estatus de Protección Temporal (TPS, por sus siglas en inglés) que Estados Unidos aplica desde 1998 a Nicaragua, tras la destrucción que ese año dejó el huracán Mitch en la nación centroamericana, un beneficio que desde entonces se ha extendido pero nunca redesignado. Esta protección migratoria, que Estados Unidos otorga a un país que entre otras razones se halla en medio de un conflicto armado o ha sufrido una catástrofe natural, beneficia actualmente a 14.300 nicaragüenses, pero los activistas y líderes comunitarios estiman que de lograrse la redesignación alcanzaría hasta unos 35.500 inmigrantes de esta nación. Organizada por la Coalición de Inmigrantes de Florida (FLIC, por sus siglas en inglés) y el Comité de Servicio de los Amigos Estadounidenses (AFSC, en inglés), durante la mesa redonda los participantes señalaron que desde las protestas de 2018 contra el gobierno de Daniel Ortega y su esposa, Rosario Murillo, más de 120.000 personas han huido de Nicaragua. “Yo no quería venir a Estados Unidos, pero no me quedó otra”, reveló Alberto Cayetano Valla durante la reunión, tras relatar que estuvo preso un año y cuatro meses en la cárcel El Chipote luego de ser detenido por participar en las marchas contra el Gobierno. “En Nicaragua, la cárcel es lo más corrupto que puede existir”, agregó, visiblemente emocionado. Cristhy Gordon, de la costa caribeña de Nicaragua, viajó hasta la capital, Managua, para participar en las marchas de 2018, en las que según algunas organizaciones murieron al menos 300 personas, y posteriormente debió volver a su hogar y recluirse al ser amenazada de muerte de forma continuada, según contó hoy. “Tenía mucho temor y es el temor con el que muchos vivimos”, reconoció la mujer, que lleva tres meses en Estados Unidos y ha tenido que dejar a sus dos hijas en Nicaragua con su madre, donde incluso su casa quedó destrozada por los huracanes Eta e Iota que en noviembre de 2020 impactaron Centroamérica. Explicó que ella es el único sustento tiene su madre y sus hijas, y que si vuelve a Nicaragua supondría “entregarse al régimen”. Crist, quien es aspirante a la candidatura demócrata para la gobernación de Florida, prometió dar su apoyo al pedido y hacer las correspondientes gestiones en Washington para discutir la ampliación de los alcances del TPS a Nicaragua. “Se merecen tener libertad”, manifestó el congresista federal, quien criticó los daños y las muertes ocurridas en el país centroamericano durante el Gobierno de Ortega, al que calificó de “mal hombre”, pero afirmó el apoyo que Estados Unidos seguirá dando a los inmigrantes y a los opositores en ese país. “(Vendrán) mejores días por delante”, prometió el congresista y veterano político. En declaraciones a Efe, Crist criticó la posición del actual gobernador de Florida, el republicano Ron DeSantis, porque a la par que critica “las dictaduras de Cuba, Venezuela y Nicaragua” establece medidas que hacen “mas difícil a estas personas tener libertad”, en alusión a los inmigrantes y exiliados políticos.