[ad_1]
Naciones Unidas, 25 ago (EFE).- Gobiernos de todo el mundo siguen enfrascados en negociaciones de última hora para tratar de acordar un documento de consenso en la conferencia de revisión del Tratado de No Proliferación (NPT) nuclear, que termina mañana viernes en Nueva York.
La guerra en Ucrania, y en especial la situación en la central de Zaporiyia, ha complicado especialmente las posibilidades de que la cita que arrancó el pasado 1 de agosto se cierre con un texto aceptable para los 191 países firmantes del TNP.
Tras semanas de discusiones, las delegaciones aún no han logrado un consenso sobre la declaración con la que debería cerrarse esta reunión y tratan de hacerlo contrarreloj tomando como base un último borrador distribuido este jueves por el presidente de la conferencia, el argentino Gustavo Zlauvinen.
El documento repasa la aplicación del tratado y delinea las grandes prioridades para el futuro, pero también toca temas de actualidad como la cuestión de la planta de Zaporiyia, bajo control de fuerzas rusas y que ha sido objeto de ataques que han hecho sonar las alarmas sobre una posible catástrofe.
En la versión más reciente vista por Efe, el borrador expresa preocupación por las acciones militares en la planta y subraya la importancia de que las autoridades competentes ucranianas recuperen el control de la instalación.
A priori, parece difícil que ese lenguaje sea aceptable para Rusia, que hasta ahora ha rechazado todos los llamamientos a salir de la central y permitir que se establezca una zona desmilitarizada.
“La posibilidad de que este viernes se adopte un documento final, tras un mes de negociaciones, parece muy compleja”, apunta la Campaña Internacional para la Abolición de las Armas Nucleares (ICAN), organización que en 2017 recibió el Nobel de la Paz y que destaca que la invasión rusa de Ucrania ha hecho aumentar los riesgos de proliferación atómica y de que se lleguen a usar armas de este tipo.
En un artículo publicado esta semana en el diario The Guardian, la primera ministra de Nueva Zelanda, Jacinda Arden, advertía de que el mundo está “al borde del precipicio nuclear” y destacaba lo mucho que hay en juego en la reunión de Nueva York.
“Estas discusiones ofrecen una oportunidad de insuflar vida al desarme nuclear en un momento en el que el mundo lo necesita más que nunca”, señalaba Arden.
Aunque sea la más sonada, la guerra de Ucrania no es la única cuestión que divide a los países, que en 2015, en la última conferencia de este tipo, ya fueron incapaces de lograr un consenso.
En declaraciones a medios rusos, un representante de la delegación de Moscú aseguró hoy que las diferencias entre las grandes potencias nucleares (Estados Unidos, Rusia, China, Francia y el Reino Unido) y los países que no tienen ese armamento son el principal obstáculo en las negociaciones.
Mientras, la subsecretaria de Estado para Desarme y Seguridad Nacional de EE.UU., Bonnie Jenkins, evitó hoy entrar en detalles sobre los desacuerdos y se mostró optimista sobre las posibilidades de que la conferencia se cierre con un acuerdo.
“La gente sigue trabajando sin parar. Continuamos teniendo la esperanza de que mañana tendremos un documento de consenso al final del día”, dijo en una conferencia de prensa virtual.
Related
[ad_2]
Source link