Washington, 6 dic (EFE).- El creador de algunas de las comedias televisivas más importantes de la década de los setenta en Estados Unidos, Norman Lear, ha fallecido a los 101 años, informó este miércoles su familia en un comunicado.
Lear fue el creador y productor de “All in the Family” (1971-1979), “Maude” (1972-1978), “Sanford and Son” (1972-1977), “One Day at a Time” (1975-1984), “The Jeffersons” (1975-1985) y “Good Times” (1974-1979), entre otras series.
Antes de su etapa televisiva, con la que ganó numerosos galardones y un puesto en el Salón de la Fama de la Academia de la Televisión de Estados Unidos, fue nominado en 1968 al Óscar al Mejor Guión por “Divorce American Style”.
La revista “Variety” destacó que las series televisivas de Lear fueron las primeras que abordaron problemáticas sociales del momento, desde racismo a aborto pasando por homosexualidad y la guerra de Vietnam. Para el escritor y productor, según ese medio especializado, “ningún tema era tabú”.
Tras conocerse su muerte, que se produjo el martes por causas naturales en su casa en Los Ángeles, las redes sociales se llenaron de tributos de destacadas figuras de la televisión, el cine y la comedia de Estados Unidos.
George Clooney declaró a “Variety” que “es difícil pensar que, a los 101 años de edad, Normal Lear nos deja demasiado pronto”.
“El mundo racional ha perdido a su mayor defensor y nuestra familia ha perdido a un querido amigo”, añadió el actor.
De forma similar, el humorista Jimmy Kimmel, una de las estrellas de la televisión estadounidense hoy en día, calificó como “injusta” su muerte.
“Su valentía, integridad y moral incomparable fueron igualadas por su generosidad, empatía y agudeza”, continuó.
Otro actor, John Leguizamo, escribió que Lear era “un maestro en contar historias y un sanador con sus series. Era lo que todo el mundo del espectáculo debería aspirar a ser”.
El actor y director Albert Brooks calificó a Lear como “el más grande de los grandes”, mientras que otra de las leyendas del mundo de la comedia y la televisión de las últimas décadas, Rob Reiner, le calificó como su “segundo padre”.