Washington, 4 abr (EFE).- El estado estadounidense de Míchigan derogó este miércoles oficialmente la prohibición estatal al aborto que databa de 1931 y que castigaba con hasta cuatro años al facultativo que efectuara esa interrupción voluntaria del embarazo a menos que la vida de la mujer estuviera en peligro.
Con la firma de la gobernadora Gretchen Whitmer, demócrata, el proyecto de ley que revocaba esa prohibición fue promulgado y eliminó de la legislación estatal la ley anterior que penalizaba el aborto.
Esa ley de 1931 se mantuvo inactiva durante décadas, después de que el Tribunal Supremo estadounidense autorizara el derecho al aborto a nivel federal en 1973 con su sentencia “Roe contra Wade”.
No obstante, después de que esa máxima instancia judicial del país revocara el 24 de junio de 2022 su fallo del 73, se abrió el debate de nuevo sobre la vigencia de esa normativa estatal.
El pasado septiembre, el Tribunal de Apelación de Míchigan declaró inconstitucional esa prohibición penal del aborto de 1931 y emitió una orden judicial permanente que prohibía la aplicación de ese veto por parte del fiscal general y de los fiscales de condado.
Con su decisión, que entró en vigor de forma inmediata, la corte estatal reafirmó que el veto de 1931 era “plenamente inconstitucional porque su aplicación privaría a las mujeres embarazadas de su derecho a la integridad y autonomía corporales y a la igual protección bajo la ley”.
Pero la normativa en cuestión no había sido eliminada todavía de la legislación estatal, algo que el Congreso estatal posibilitó el pasado 10 de marzo y que ahora entra en vigor con la firma de la gobernadora.
En Míchigan, en el medio oeste de Estados Unidos, sus ciudadanos se decantaron en las elecciones de medio mandato del pasado noviembre por incluir el derecho al aborto en la Constitución estatal de tal manera que quedara blindado frente a futuros intentos conservadores de eliminarlo.
La organización Planned Parenthood, que defiende una atención médica y reproductiva asequible de alta calidad en el país, precisó este miércoles a EFE que desde la sentencia del Supremo de junio 18 de los 50 estados han prohibido el aborto en EE.UU. o lo han restringido severamente, y en 13 el acceso a ese servicio es en la práctica imposible aunque haya excepciones.