Miami (EE.UU.), 12 ene (EFE).- El condado de Miami-Dade y los Miami Heat de la NBA buscan ya un nuevo patrocinador del recinto donde juega este equipo de baloncesto, después de que un juez federal anulase este miércoles el acuerdo de patrocinio que tenían con la quebrada empresa de criptomonedas FTX.
“Cuando se supo por primera vez la noticia sobre FTX (su bancarrota) hace varias semanas, el condado de Miami-Dade emprendió acciones legales inmediatas para terminar nuestra relación comercial” con esta firma de criptomonedas, dijo este jueves, Daniella Levine Cava, la alcaldesa del citado condado del sur de Florida.
Levine Cava se mostró satisfecha por la decisión del juez de bancarrotas John Dorsey de aprobar “nuestra moción para levantar la suspensión automática de los procedimientos de quiebra de FTX” y “rescindir el acuerdo de derechos de nombre en su totalidad”.
El fallo del juez permite la ruptura del contrato entre el condado de Miami-Dade y la firma FTX, y, por lo tanto, la retirada del nombre de la quebrada empresa de la arena.
Así, se pone fin al acuerdo sellado en marzo de 2021 y que preveía que el recinto llevase el nombre de FTX Arena durante 19 años, a cambio de 135 millones de dólares.
El condado de Miami-Dade y los Heat trabajarán a partir de ahora de manera conjunta para “identificar un nuevo socio de derechos de nombre” de la casa del equipo de baloncesto.
El condado, propietario de la instalación, había pedido romper el contrato tras la declaración de bancarrota de FTX el pasado mes de noviembre.
La firma, que llegó a tener una valoración de 32.000 millones de dólares, optó por la quiebra tras un rápido desplome después de que muchos usuarios se apresuraran a retirar sus fondos en medio de informaciones que ponían en duda la solvencia de la compañía, y su debacle ha causado estragos en el sector.
Su fundador, Sam Bankman-Fried, está acusado por las autoridades de Estados Unidos de múltiples delitos, de los que se declaró no culpable la semana pasada ante un tribunal federal de Nueva York, a donde llegó tras ser extraditado desde las Bahamas, donde residía y tenía sede su empresa.
Bankman-Fried permanece en libertad condicional tras pactar una de las fianzas más altas de la historia de EE.UU., de 250 millones de dólares.