Ciudad de México, 25 jul (EFE).- La secretaria de Seguridad de México, Rosa Icela Rodríguez, expuso este martes en una reunión trilateral con delegaciones de Estados Unidos y Canadá que las autoridades mexicanas han destruido 1.788 laboratorios de drogas sintéticas, lo que ha causado afectaciones de hasta 1,6 billones de pesos (más de 95.000 millones de dólares) al crimen organizado.
“En el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador se han inhabilitado 1.788 centros de procesamiento clandestino donde se elaboraban drogas sintéticas. La afectación económica a la delincuencia organizada por esta causa es superior a 1,6 billones de pesos”, expuso en la reunión, celebrada en el Palacio Nacional de México.
Rodríguez aseguró que los precursores químicos con los que se elabora el fentanilo, una droga sintética que ha causado decenas de miles de muertes por sobredosis en Estados Unidos, llegan de Asia y los grupos criminales emplean México para su trasiego.
“Con colaboración, inteligencia y planes conjuntos podemos aplicar mejor la ley, cortar las cadenas de suministro y superar el numero de incautaciones de armas de fuego que llegan a nuestro país de forma ilícita”, subrayó.
La funcionaria expuso estos datos ante la asesora de Seguridad Nacional de la Casa Blanca Elizabeth Sherwood-Randall, y la viceministra de Defensa de Canadá, Jody Thomas.
La delegaciones de los tres países se reunieron este martes por segunda vez, después del primer encuentro que mantuvieron en Washington el pasado abril, para abordar el tráfico de fentanilo y de armas.
López Obrador y Sherwood-Randall mantuvieron el lunes otra reunión para abordar, además de estos temas, los fenómenos migratorios y la cooperación para el desarrollo, que el mandatario mexicano calificó de “muy productiva”.
“Tenemos claro que tanto las naciones consumidoras (de drogas sintéticas, en referencia a EE.UU. y Canadá) como de tránsito (México) debemos asumir la responsabilidad de trabajar juntas para construir la paz y salud de la región”, sentenció Rodríguez al inicio de la reunión, encabezada por la canciller mexicana, Alicia Bárcena.
Por su parte, Sherwood-Randall planteó tres líneas de actuación: que los tres Gobiernos compartan datos acerca del tráfico de drogas, la capacitación sobre precursores químicos y manufactura de drogas -que se realizará esta semana bajo la asesoría de Países Bajos-, y el mapeo de la industria de los químicos para identificar brechas en las cadenas de suministro.
“En la siguiente Cumbre de Líderes de América del Norte, a finales de este año en Canadá, esperamos que este grupo se reúna para poder reportar a nuestro líderes los logros obtenidos el primer año de trabajo y describir nuestra agenda en el futuro”, finalizó la funcionaria estadounidense.