Chicago (EE.UU.), 6 ago (EFE).- La gloriosa carrera de la doble campeona mundial Megan Rapinoe con la selección estadounidense acabó este domingo con el final más amargo. La veterana delantera tuvo en sus botas el penalti para encarrilar la tanda, pero lo envió fuera y su equipo acabó eliminado en octavos del Mundial contra Suecia. Se derritió el sueño de una histórica triple corona consecutiva que enriquecería un legado ya legendario.
Rapinoe, de 38 años, formó junto a Alex Morgan una pareja de delanteras incontenibles que regaló a Estados Unidos los Mundiales de 2015 y 2019. Viajó a Australia y Nueva Zelanda para su ‘último baile’, pero su equipo acabó con la eliminación más tempranera de su historia.
Y lo hizo con un final de cine. Tras trece penaltis, la guardameta Alyssa Naeher, que también había anotado una pena máxima, tocó el disparo de Lina Hurtig, pero el balón superó la línea de meta por milímetros. Fue necesaria la revisión del VAR, que entregó a Suecia el billete para los cuartos de final.
Ni Rapinoe ni Morgan vieron puerta en esta Copa del Mundo, en la que Estados Unidos disparó las alarmas con una modesta fase de grupos, en la que sólo ganó un partido, ante Vietnam, antes de empatar contra Holanda y Portugal. Avanzó como segunda, algo que sólo había ocurrido una vez en sus nueve participaciones mundialistas, y se topó con una de las rivales más preparadas, Suecia.
Sin embargo, el aumento de la exigencia tuvo un impacto positivo en las jugadoras estadounidenses. Criticadas por subestimar presuntamente a sus rivales en la fase de grupos, Estados Unidos disputó ante Suecia de lejos su mejor partido en esta Copa del Mundo.
Creó una interminable serie de ocasiones de gol, pero se topó con el muro levantado por la portera sueca Zecira Musovic, protagonista con al menos tres paradas de mérito en los noventa minutos.
Y eso que, tras estas dificultades para romper la igualdad, Estados Unidos tenía viento a favor en la tanda de penaltis. Estuvieron 3-2 tras los primeros tres penaltis y Rapinoe pudo lanzar el suyo para encarrilar el pase de ronda. Allí cambió todo.
La delantera abrió demasiado su disparo de derecha y envió el balón fuera. Su reacción fue sorprendente. Una sonrisa nerviosa.
Suecia entregó una nueva opción de victoria a Estados Unidos al fallar el cuarto penalti, pero las jugadoras Sophia Smith volvió a perdonar y, a continuación, Kelly O’Hara sacudió la madera, lo que dio la primera ‘bola de partido’ al seleccionado sueco.
Lina Hurtig cruzó el remate, la portera Naeher intuyó y tocó el balón, pero no pudo evitar que este cruzara la línea por menos de un centímetro. La imagen de la tecnología de la línea de gol fue inclemente para las estadounidenses.
Se cierra de esta forma un ciclo de leyenda para una Estados Unidos que luce cuatro títulos mundiales en su palmarés y que fue dominadora en los últimos ocho años.
Con Rapinoe ya a pocos meses de su despedida del fútbol, US Soccer deberá empezar a preparar un nuevo ciclo para recuperar su cetro en un fútbol femenino en el que aumenta cada día el nivel y el número de rivales de alta competitividad.
Andrea Montolivo