Washington, 16 nov (EFE).- Más de 83.000 venezolanos han quedado “abandonados en un limbo cruel” en México tras ser expulsados de Estados Unidos en aplicación de la norma sanitaria denominada Título 42, según un informe divulgado hoy por la Coalición Interconfesional de Inmigración (IIC).
La decisión del Gobierno del presidente Joe Biden del 12 de octubre de aplicar el Título 42 a esos venezolanos migrantes y que buscan asilo “es un uso injustificado y discriminatorio de una norma de salud pública como herramienta para el manejo de la migración”, indicó el informe.
El martes el juez federal Emmet Sullivan del Distrito de Columbia calificó de “arbitrario y caprichoso” el uso del Título 42 y ordenó su suspensión. Hoy, el mismo magistrado otorgó al Gobierno un plazo hasta el 21 de diciembre para que se prepare para la suspensión de la medida.
Los venezolanos en México “no tienen la posibilidad de acceder a la protección internacional”, añadió el informe de 13 páginas elaborado por IIC en colaboración con el Instituto Fronterizo Esperanza, de Texas, que forma parte de la coalición. “Se encuentran en un limbo cruel”.
La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) informó ayer que en octubre realizó 22.671 detenciones de ciudadanos venezolanos. El arribo de venezolanos a la frontera con México desde Texas a California se ha incrementado desde mayo, cuando la CBP informó de 5.279 capturas de ciudadanos el país sudamericano.
En octubre la agencia efectuó 16.812 expulsiones de migrantes venezolanos en aplicación del Título 8, y 5.859 bajo el Título 42, que en todo el periodo fiscal 2022 se usó para 797 expulsiones de venezolanos.
“El trámite de expulsión ha separado unidades familiares y ha dejado a la gente, incluidas personas vulnerables como niños pequeños, madres solas y personas ancianas, en las calles, sin comida, albergue ni cuidado médico”, apuntó el informe de IIC.
El documento detalló que en las primeras dos semanas de aplicación de la decisión del Gobierno de usar el Título 42 para expulsar de forma expedita a los migrantes venezolanos, unas 2.000 personas fueron devueltas a la ciudad mexicana de Ciudad Juárez, fronteriza con El Paso (Texas), y unas 5.100 en toda la frontera fueron devueltas a México.
Los venezolanos entrevistados por los investigadores dieron cuenta de la confiscación de sus pertenencias personales, de detenciones y de ser dejados en libertad sólo con las ropas que llevaban puestas y sus documentos de identificación.