Washington 22 mar (EFE).- Los exprecandidatos presidenciales nicaragüenses Félix Maradiaga y Juan Sebastián Chamorro, expulsados de su país y despojados de su nacionalidad en febrero, subrayaron este miércoles en Estados Unidos que su acción desde el exilio no tiene en la actualidad objetivos electorales.
“No hay en este momento un plan electoral mientras en Nicaragua no haya respeto a los derechos humanos y libertad de todos los presos políticos, condiciones fundamentales para la transición hacia la democracia”, dijo a EFE Maradiaga tras haber comparecido en una sesión conjunta de los subcomités del Hemisferio Oeste y de Salud Global, Derechos Humanos y Organizaciones Internacionales de la Cámara Baja estadounidense.
El político recordó que en febrero de 2021, antes de su arresto, ellos dos, el dirigente campesino Medardo Mairena y el periodista Miguel Mora, todos ellos opositores a la Presidencia, firmaron un pacto para someterse a un proceso de elección democrática dentro de la disidencia, respetar los resultados y apoyar al ganador para enfrentar unidos al presidente del país, Daniel Ortega, en las elecciones de noviembre de ese año, que ganó Ortega.
“Ese acuerdo se mantiene, en el sentido de una oposición unida alrededor de objetivos de democratización, donde lo electoral en este momento es secundario. (…) Pensar en elecciones con Ortega en el poder es inaceptable”, añadió.
Su comparecencia en Washington sirvió para exponer la situación en su país y exigir una mayor presión contra su Ejecutivo.
“Todas estas atrocidades que comete la dictadura las estamos denunciando de viva voz para que todas las personas que están en el concierto internacional sepan lo que está ocurriendo”, añadió Chamorro.
Los dos exprecandidatos fueron detenidos en junio de 2021 y condenados en marzo de 2022 por conspiración para menoscabar la integridad nacional en perjuicio del Estado de Nicaragua y la sociedad. Fueron excarcelados y expulsados del país a Estados Unidos junto con otros 220 presos políticos el pasado 9 de febrero.
Ambos han estado en Ginebra y ahora en Washington como plataforma desde la que expresar sus críticas.
“Lo que el régimen quiere hacer, que es callarnos, no lo está logrando. La privación arbitraria de nuestra nacionalidad se hace con muchos propósitos, y uno de ellos es quitarnos la voz, algo que no van a lograr”, recalcó Maradiaga.
Como oposición, añadió Chamorro, tienen la responsabilidad “de establecer un plan unificado de lucha cívica y pacífica” que permita un cambio en su país.
“La presión nacional e internacional es fundamental. Vemos un interés de Ortega de continuar haciendo fraudes electorales y manteniéndose en el poder a toda costa. (…) En este momento es muy difícil que se pueda dar un proceso electoral pronto”, admitió.
Los dos celebraron sin embargo que pese a la diversidad de los 222 excarcelados, la fuerza de su lucha no haya disminuido.
“Esa acción colectiva, esa acción conjunta de una oposición sobre los mismos objetivos es lo que va a llevar a que podamos avanzar”, concluyó Maradiaga, no sin reconocer que hay “muchísimas complicaciones logísticas” porque están distribuidos “en muchísimos estados” del país.