Washington, 4 abr (EFE).- A falta de tres meses para el final de su mandato como presidente del Banco Mundial (BM), el estadounidense David Malpass se mostró este martes satisfecho con sus cuatro años en el banco de desarrollo y afirmó que no se arrepiente de nada, aunque lamenta los retrocesos mundiales que se han producido.
“No me arrepiento de nada (…) pero para mí, que he trabajado durante tanto tiempo en el desarrollo, es un desafío ver cualquier retroceso”, apuntó en una charla celebrada en el Atlantic Council de Washington.
Y es que el coronavirus, primero, y ahora la guerra, han producido un notable retroceso del crecimiento global, que es “el gran problema” actual, señaló Malpass.
“Hablamos sobre la reversión del desarrollo en muchas partes del mundo durante estos últimos años. Ha estado retrocediendo en términos del ingreso medio, en términos de pobreza, en términos de educación, salud y el clima lo complica”, afirmó.
Malpass hizo estas declaraciones unos días antes de que arranquen las reuniones de primavera del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial, que serán las últimas para el estadounidense como presidente del organismo.
Propuesto por el exmandatario republicano Donald Trump (2017-2021), Malpass informó el pasado 15 de febrero al Directorio Ejecutivo del organismo su intención de dejar el cargo el 30 de junio próximo para perseguir nuevos desafíos que espera encontrar “en la empresa pública”, apuntó hoy sin dar más detalles.
El Banco Mundial se encuentra ahora en pleno proceso de elección de un nuevo presidente y todo parece indicar que será el ejecutivo indio-estadounidense Ajay Banga -actualmente vicepresidente del fondo General Atlantic y que también ejerció como presidente ejecutivo de Mastercard- pues es el único candidato presentado.
La figura de Malpass estuvo en entredicho después de que en septiembre pasado en un panel de discusión evitara en varias ocasiones responder si reconocía el consenso científico de que los humanos que quemaban combustibles fósiles estaban calentando el planeta rápida y peligrosamente.
Esta actitud, que luego trató de enmendar asegurando que no era negacionista del cambio climático, llevó a algunos activistas climáticos a solicitar su renuncia.
Hoy Malpass habló brevemente sobre medio ambiente, precisamente en una pregunta sobre los consejos que le daría a su sucesor.
“Le recomendaría estar muy comprometido con los países que son los beneficiarios de las subvenciones del banco. (…). La acción implica convencer a los países en desarrollo para que hagan los cambios que necesitan, entre ellos los relacionados con la adaptación al cambio climático”, explicó.
Puso un ejemplo, el de que el BM está tratando de hacer ver a los Gobiernos que hay que evitar que las poblaciones crezcan en torno a las llanuras aluviales, porque pese a ser más fértiles se inundan fácilmente.
Pero admitió que es “muy difícil para los países hacer eso porque la gente quiere mudarse a donde hay tierra disponible, a menudo en una llanura aluvial”.
“Entonces, ¿cómo se establecen políticas para orientar realmente en una mejor dirección? Esos son los verdaderos desafíos para la operación diaria del banco”, explicó
En opinión de Malpass, vienen tiempos “estresantes” para la economía mundial, sobre todo para los países en vías de desarrollo, en gran parte por el fin de las tasas de interés a tipo cero.
“Las tasas estuvieron en cero y ahora no lo están, han regresado a niveles más normales. Y la dislocación es enorme”, señaló.